Carlos Mario Correa Soto

–Estudio preliminar y selección–

Aprendiz de cronista

Periodismo narrativo universitario en Colombia 1999-2013

Fondo Editorial

Universidad EAFIT

Aprendiz-de-Cronista

Aprendiz de cronista

Periodismo narrativo universitario en Colombia 1999-2013

Carlos Mario Correa Soto

–Estudio preliminar y selección–

Aprendiz de cronista: periodismo narrativo universitario en Colombia 1999-2013 /

Wilber Alberto Rico… [et al]; Carlos Mario Correa Soto, compilador. -- Medellín: Universidad Eafit, 2014.

482 p.; 24 cm. -- (Testigos).

ISBN 978-958-720-239-7

1. Crónicas colombianas. I. Tít. II. Serie. III. Correa Soto, Carlos Mario, comp.

070.44 cd 21 ed.

A652

Universidad Eafit- Biblioteca Luis Echavarría Villegas

Aprendiz de cronista

Periodismo narrativo universitario en Colombia 1999-2013

Primera edición: noviembre de 2014

©Estudio preliminar y selección: Carlos Mario Correa Soto

©Fondo Editorial Universidad EAFIT

Carrera 48A No. 10 Sur - 107

Tel.: 261 95 23, Medellín

http://www.eafit.edu.co/fondoeditorial

e-mail: fonedit@eafit.edu.co

ISBN: 978-958-720-239-7

Fotografías de carátula: Danilo MesaArchivo familia Aguirre

ePub x Hipertexto Ltda.

Prohibida la reproducción total o parcial, por cualquier medio o con cualquier propósito, sin la autorización escrita de los editores.

Editado en Medellín, Colombia

Agradecimientos

Agradezco a la Dirección de Investigación y a la Escuela de Ciencias y Humanidades de la Universidad EAFIT su respaldo para la realización de este trabajo, que hizo parte del proyecto de investigación “Idea, estructura y contenido de la crónica estudiantil universitaria contemporánea en Colombia”, realizado en 2013, y el cual está inscrito en la línea de investigación de narrativas del grupo “Estudios sobre política y lenguaje” de la Escuela de Ciencias y Humanidades.

Mi gratitud especial para la licenciada en Educación básica, con én­fasis en Humanidades y, Lengua Castellana, Lola Isabel Chaparro Camacho, de la Uni­versidad de Antioquia, quien tuvo a su cargo desde un comienzo la con­tribución a la búsqueda de las piezas cronísticas que componen esta antología, así como la transcripción de la mayoría de ellas, en una labor que es difícil tasar en el tiempo, pues desbordó todos los cálculos temporales en horas y días de paciente laboriosidad.

En los últimos cinco años he tenido, así mismo, contacto con la mayoría de los profesores que cumplen funciones como directores y edi­tores de los periódicos y revistas, impresos y digitales, que sirven como laboratorios de práctica periodística en los pregrados de Comunicación Social y/o Periodismo en distintas regiones de Colombia. Todos ellos me alentaron y me hicieron sugerencias tanto para la preselección como para la selección de las piezas cronísticas que hacen parte de este libro.

Para ellos va mi reconocimiento por sus actividades docentes y perio­dís­ticas, y mi gratitud por el apoyo que le brindaron a este trabajo investigativo y editorial.

También les ofrezco mi gratitud a Lina Mondragón Pérez, comunicadora social y candidata a la Maestría en Estudios Humanísticos de la Universidad EAFIT, quien fue asistente de la investigación durante el año 2013; y a los estudiantes Laura Londoño, Daniela Sánchez, Sandra Gaviria, Tatiana Acevedo, María Clara Jaramillo, Álvaro Ossa, Daniel Soto, Danilo Mesa, David Barrientos, Sebastián Ramírez, Juan Se­bastián Zarrabe, Santiago Dávila y Daniel Palacio del Seminario de Investi­­ga­ción II del pregrado en Comunicación Social de la misma universidad, quienes me prestaron sus ojos y su interés para leer y valorar las historias de sus colegas aprendices de cronistas.

Carlos Mario Correa Soto

En memoria de mi padre, Miguel Ángel,
quien día tras día afrontó con dignidad su vida crónica:
1928-2014

Me imagino a los cronistas como a seres dotados de una antena integrada y con sistema de emisión de datos: humanos capaces de sintonizar con la música de su presente, leerla y transcribirla para que también los demás la podamos leer. Y reescribir. Crearla para que la podamos recrear

Jorge Carrión

Y en tanto la crónica está ahí, en el cuarto, en la calle abandonada, en la voz que narra el desconsuelo, es incómoda, como incómodo testigo de aquello que no debiera verse, por doloroso o por ridículo, que a veces, es lo mismo. Pero la crónica ve, observa, se sorprende a sí misma en el acto de ver, de comprender

Rossana Reguillo

La crónica es el presente, es el pasado, es el futuro y es el ser del ser de la literatura latinoamericana. Sin la crónica seríamos murciélagos sin radar, y un murciélago sin radar está jodido

Ezequiel Borges

La crónica contribuye a sensibilizar a la gente sobre ciertos temas de interés. Los humaniza, los convierte en narración de calidad. Escribir crónicas es construir memoria

Alberto Salcedo Ramos

Aprendiz-de-Cronista