«Nada cariño, papá va a ir a la Luna.»

(De la película First man El primer hombre)

Título original: Voglio la Luna

Textos: Andrea Valente y Umberto Guidoni

Ilustraciones: Susy Zanella

Traducción y adaptación: Ana Belén Valverde Elices

Proyecto gráfico: Studio Link

Publicado bajo acuerdo con Caminito S.a.s. Agencia Literaria

© 2019 Editoriale Scienza S.r.l., Firenze Trieste

www.editorialescienza.it

www.giunti.it

© 2019 Ediciones del Laberinto, S.L., para la edición mundial en castellano

www.edicioneslaberinto.es

ISBN: 978-84-1330-879-1

IBIC: YNTS / BISAC: JNF051010

Cualquier forma de reproducción, distribución, comunicación pública o transformación de esta obra solo puede ser realizada con la autorización de sus titulares, salvo excepción prevista por la ley. Diríjase a CEDRO (Centro Español de Derechos Reprográficos) si necesita fotocopiar o escanear algún fragmento de esta obra (www.conlicencia.com <http://www.conlicencia.com/>; 91 702 19 70 / 93 272 04 47)

Andrea Valente Umberto Guidoni

Ilustraciones

de Susy Zanella

Luna

Quiero la

Índice

Hielo en la Luna ................................89

Observatorios en la Luna ...................90

La Luna futura ...................................92

Luna Aventurera ................94

La Luna al revés .................................96

La Luna artificial ...............................98

La era espacial .................................100

Uno, dos, tres… ¡Luna! .....................103

Vamos a la Luna ..............................104

El programa Apolo ..........................106

Ensayos generales ...........................108

Aquel legendario 1969 ......................110

El cohete más grande del mundo .....113

El Apolo 11 ........................................119

Las mujeres del Apolo .....................120

Rumbo a la Luna ...............................122

El Apolo 13 .......................................124

Dos tiros al golf .................................127

Los selenitas en la Tierra ...........128

Alunizajes ........................................132

Todos los hombres de la Luna ..........134

La teoría de la conspiración .............136

En coche por la Luna .......................138

Google Moon ....................................141

Estación lunar .................................142

Ascensor lunar ................................144

Las respuestas a los test ......................147

Glosario ............................................150

Índice analítico ..................................152

Notas sobre los autores ......................154

Luna MÍtica ...............................10

Atmosférica Luna ..............................12

La Luna inspiradora ..........................14

La Luna de Julio Verne .......................16

La Luna y el cine mudo .....................18

La Luna en la pantalla .......................20

La Luna de queso ...........................22

La Luna en viñetas ............................26

Al claro de luna .................................28

Do re mi fa sol lu na… ........................30

La Luna rock ......................................32

El rap de la Luna ................................34

La Luna enmarcada ...........................36

Banderas y símbolos lunares .............39

La Luna del lunes ...............................40

La Luna y los animales ......................42

Árboles lunares .................................45

La Luna y Chang’e .............................46

Divinidades de la Luna ......................48

Luna cientÍfica ......................50

Orígenes de la Luna ...........................52

Distancia de la Luna ..........................54

Yo Tierra, Luna ..............................58

La Luna a colores ...............................60

Eclipses de Luna y de Sol ...................62

Gravedad en la Luna ..........................66

Montes y mares de la Luna ................69

Las dos caras de la Luna ....................70

Las lunas de los otros .........................74

La oveja negra ................................76

Las fases lunares ................................80

El día lunar ........................................82

La Luna y las mareas .........................84

Minas en la Luna ...............................86

LUNA

MÍTICA

En esta sección del libro te enamorarás de la Luna, o harás que alguien se enamore… Te dejarás envolver en la trama de una novela, irás al cine o a un concierto de música clásica o rock. Pasarás de los dibujos de las viñetas a las pinturas de los cuadros, ondearás una bandera y contarás los días, de un lunes a otro. Aullarás como un lobo a la Luna, buscarás un árbol lunar en el jardín, conocerás la leyenda de Chang’e, la de Selene y las de otras divinidades lunares…

11

«¿Qué haces, luna, en el cielo?

Dime, ¿qué haces,

luna silenciosa...?»

on los versos con los que comienza una célebre poesía de Giacomo Leopardi, un poeta italiano algo pesimista. Para muchos son los únicos que recuerdan, no solo de ese poema, sino de la obra completa del poeta y, a veces, incluso de todas las poesías jamás escritas. Esas pocas palabras se meten en tus pensamientos y ya no las olvidas nunca más.

Para ser exactos, la poesía se titula Canto nocturno de un pastor errante de Asia, aunque todos la conocen cómo: ¿Qué haces, luna, en el cielo?; igual que ocurre con la canción En el azul del cielo, que en todo el mundo se conoce como Volare.

¿Y cómo hizo, Leopardi, para juntar precisamente esas palabras y no otras, de ese modo, con las comas justo en ese lugar y todo lo demás? No lo saben ni los profesores de universidad que, sin embargo, te pueden decir todo sobre la métrica, el estilo y todas esas cosas. Y, probablemente, ni el mismo Leopardi te lo sabría explicar.

Precisamente como la Luna en el cielo —la de verdad— que todo el mundo ha admirado, aun sin saber gran cosa. Los científicos ya conocen mucho sobre ella, casi todo: distancia, dimensiones, composición, orígenes, temperatura, tiempo de rotación, que son informaciones muy interesantes, pero nadie ha entendido todavía qué hace ella, en el cielo, luna silenciosa.

Cuando al anochecer, estés en compañía de tu novio o de tu novia, y la Luna os mire desde lo alto... es el momento de que también dejes a un lado la métrica y la ciencia y que os dejéis acompañar por ella, con su poesía y todo eso. Si además susurras esta poesía —aunque sean solo esos primeros versos, los únicos que sabes— verás que esa noche no será una noche cualquiera. ¡Lo hacen hasta los científicos, cuando se enamoran!

S

Atmosférica Luna

12

Es curioso que la Luna, que no tiene ni una pizca de atmósfera y no la ha tenido nunca, es el cuerpo celeste que más atmósfera crea. También es verdad que, la diferencia es que, una tiene que ver con la ciencia y la otra con la poesía.

13

La Luna inspiradora

La Luna ha sido fuente de inspiración de poetas y pensadores de todas las épocas, con esa mirada serena ha recorrido los siglos.

El filósofo Anaxágoras, que vivió en Grecia hace dos mil quinientos años, susurró un día que el Sol era un cuerpo incandescente y la Luna una masa de rocas, y no una divinidad.

Hoy sabemos que tenía razón, pero sus contemporáneos no estaban del todo convencidos y lo llevaron a juicio por herejía. Imagínate cuando añadió que, además de rocosa, la Luna estaba también habitada...

En su Divina Comedia, el gran poeta Dante se hace acompañar por Beatriz, precisamente en el Cielo de la Luna —el primer canto del Paraíso— donde ella le narra, en versos y tercetos, cómo el cuerpo del hombre está unido a su alma, y el resplandor de la Luna depende de la mayor o menor alegría del espíritu del que está compuesta.

Los aztecas estaban también fascinados por los cuerpos celestes y su emperador, Montezuma, más que nadie, ya que pasaba noches enteras mirando a la Luna y el Sol persiguiéndose en el cielo. Su mayor dilema era establecer quién, de los dos, perseguía al otro.

14

El poeta italiano Ludovico Ariosto, en su obra maestra Orlando furioso, hace que Orlando se enamore de la bella Angélica, hasta perder el juicio. Para complicar más las cosas, hace que Rinaldo, su rival, se enamore de ella también. Esto obliga a Carlomagno a entregarla al que demuestre ser más valiente en la batalla. Y mira por dónde, el juicio perdido por Orlando, Ariosto lo mandó directamente a la Luna.

El francés Cyrano de Bergerac escribió en el siglo xvii un relato fantástico sobre un viaje maravilloso en los países de la Luna y el Sol, tratando de narrar los fenómenos físicos de nuestro mundo con teorías un poco extravagantes pero divertidas. Un siglo después, el alemán Karl Friedrich Hieronymus, Barón de Münchhausen, narró con fantasía un aventurero viaje a la Luna. Ambos, Cyrano y el Barón, se convirtieron más tarde ellos mismos en protagonistas de novelas de aventuras que han forjado la historia de la literatura universal.

Test

En la novela en la que el Barón Münchhausen no es autor, sino protagonista. ¿En qué medio aéreo vuela por el cielo?

a. A bordo del cohete Saturno V

b. A caballo sobre una bala de cañón

c. A bordo del satélite Sputnik

15

La Luna de Julio Verne

l igual que la misión del Apolo 11, que estuvo realmente en la Luna, también en la novela De la Tierra a la Luna, de Julio Verne, los miembros de la tripulación son tres, ni dos, ni cuatro: el señor Impey Barbicane, el señor Michel Ardan y el capitán Nicholl. Pero el libro es del año 1865 y faltan todavía más de cien años para la misión de la NASA…

Los tres, a bordo de un enorme proyectil, son lanzados a la Luna por un cañón aún más gigantesco, gracias a un explosivo llamado nitrocelulosa por los científicos y fulmicotón por los poetas.

Fulmicotón es una palabra preciosa, que se debería pronunciar más a menudo, tal vez por la noche, a la luz de la Luna, ofreciendo una flor a la novia…

En línea recta el vuelo duró noventa y siete horas y veinte minutos, lo que quiere decir algo más de cuatro días, acertando también esta vez el tiempo empleado realmente por Armstrong, Aldrin y Collins, que son tres, ni cuatro, ni dos.

El punto elegido para el lanzamiento fue Tampa, en Florida, y en Florida está también la base de lanzamiento de la NASA, en Cabo Cañaveral, a solo 130 millas de distancia. Tanto en el libro como en la realidad el amerizaje a la vuelta tuvo lugar en el océano Pacifíco. ¿Pura coincidencia?

Ciertamente, como padre de la ciencia ficción, Julio Verne no podía no llevarnos a la Luna, pero con la pluma y su imaginación indicó, narrativamente, el camino a los científicos, que se dejaron fascinar por la novela y más o menos siguieron la trama, para planear su hazaña.

A

El carburante utilizado por el cohete Saturno V no fue el fulmicotón. En la primera fase utilizó queroseno y oxígeno líquido; en la segunda, hidrógeno y oxígeno líquidos.

16

Para dejar la órbita terrestre necesitaríamos una velocidad de algo más de diez kilómetros por segundo (¡por segundo!), que en línea recta nos llevaría a la Luna en unas diez horas. Pero, una vez abandonada la órbita de la Tierra, se apagan los motores y la velocidad va disminuyendo por el efecto de la gravedad terrestre, hasta donde la atracción de la Tierra y de la Luna

sean equivalentes, a unos 60 000 kilómetros de la Luna. Desde allí, se vuelve a acelerar por el efecto de la atracción lunar hasta entrar en órbita cerca de la Luna. Teniendo en cuenta el cambio de velocidad y el hecho de que la Luna se mueve (y nuestra línea recta se hace curva), son necesarios tres o cuatro días de viaje para ir y otros tantos para volver. En la novela y en la realidad.

Test

¿Cuál de estos otros libros fue escrito por Julio Verne?

a. Veinte mil leguas de viaje submarino

b. Colmillo Blanco

c. Martín en Marte

17

i hubieras vivido en París a principios del siglo xx —pero muy al principio— habrías podido pasar una noche extravagante en uno de los teatros que albergaba la novedad del momento: el cinéma (con el acento sobre la e pero pronunciado sobre la a) intrigante, asombroso y fascinante como nada antes. Y habrías visto una de las escenas más famosas de la historia del cine —posiblemente la más célebre de todas— con la Luna, tenía que ser ella, como actriz protagonista.

La Luna con un proyectil incrustado en el ojo.

Estamos en 1902 y el cine es el séptimo arte desde hace solo siete años. Las películas son en blanco y negro y, si las quieres a color, tienes que pintar a mano fotograma a fotograma. Uno de los pioneros es Georges Méliès, que de pequeño había leído las novelas de Verne seguro, quedando fascinado hasta el punto de hacer un filme.

Diez minutos de filme, en realidad, porque entonces cuando se acababa la película acababa todo, pero suficientes para ser lanzados allá arriba, dar una vuelta y regresar. La Luna en blanco y negro es aún más pálida y es el rostro de una actriz cubierto de nata montada, si pensamos en los efectos especiales de hoy, ¿no te dan ganas de reír?

S

La Luna y el cine mudo