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Kyongsan

Conduciendo al buey en nuestra mente / Kyongsan. - 1a ed . - Ciudad Autónoma de Buenos Aires : Autores de Argentina, 2019.

Libro digital, EPUB


Archivo Digital: online

ISBN 978-987-87-0398-5


1. Filosofía Oriental. 2. Doctrina Religiosa. I. Título.

CDD 181






Venerable Kyongsan



Copyright © 2017 Venerable Kyongsan

Todos los derechos reservados



Traducción del coreano al inglés: Choi Soonyoung

Traducción del inglés al español: Blanca Strepponi

Impreso en Buenos Aires, Argentina, en 2018.



Won Budismo, Buenos Aires

Boyacá 935, CABA, Argentina

Email: blanca.strepponi@gmail.com

Versos a las diez imágenes
del pastoreo del buey

Por el monje chino Chan Puming




1. Todavía perdido

Temerosos sus cuernos, resopla sin restricciones,

Corre a través de arroyos y montañas, el camino toma su rumbo en la distancia.

Una nube oscura se extiende en la boca del valle,

¿Quién sabe si sus pezuñas pisotean brotes delicados?


2. La doma comienza

Tengo una cuerda de paja y en un instante atraviesa su hocico,

Echa la cabeza hacia atrás, lucha repentinamente; irritado, recibe más castigo.

Hasta ahora, su naturaleza viciosa ha hecho que sea difícil disciplinarlo,

Pero todavía el pastorcillo de las colinas lo gobierna con todas sus fuerzas.


3. Aceptación de la disciplina

Gradualmente domesticado y sometido, cesa su súbita huida,

A través de arroyos y nubes sigue el paso.

Su mano sostiene tensa la cuerda sin soltarla nunca,

El pastorcillo pasa el día entero, incluso olvida que está cansado.

4. Vuelve su cabeza

Después de muchos días, el entrenamiento se profundiza y por primera vez su cabeza se vuelve,

Su salvajismo es domesticado gradualmente y se hace dócil.

El pastorcillo de las colinas todavía no está seguro de si su contraparte ha sido completamente sometida,

Sostiene tensa la cuerda o lo mantiene atado.


5. Dócil y sumiso

A la sombra de un sauce verde, en el banco de un arroyo sin tiempo,

[El muchacho] lo libera y cede, suelta las riendas.

Al anochecer, con nubes claras, en tierras de plantas fragantes,

El pastorcillo regresa a su hogar, sin necesidad de dirigirlo.


6. Libre de restricciones

[El buey] duerme pacíficamente en el campo abierto, su mente apaciguada,

Sin ser molestado por agitaciones o látigos, está para siempre libre de restricciones.

El pastorcillo de las colinas yace bajo el pino azul cian,

Toca una música melodiosa que rebosa alegría.


7. Perfectamente natural

A lo largo de los bancos de sauces y en medio de cascadas primaverales, en el atardecer resplandeciente,

Una luz brilla sobre las hierbas fragantes, exuberante verdor alrededor.

Cuando tiene hambre, el buey pasta, cuando tiene sed, bebe; pasa su tiempo en libertad.

En lo alto de un peñasco, el pastorcillo de las colinas duerme profundamente.


8. No se prestan atención el uno al otro

El buey, ahora blanco, está para siempre entre las nubes,

El hombre no le presta atención; tampoco el buey.

La luna brilla a través de las nubes blancas, volviendo blancas las sombras de las nubes,

Las nubes blancas y el brillo de la luna siguen sus propios cursos, al oeste y al este.


9. Solo en la luz

Con el buey sin ser encontrado en ningún lugar, el pastorcillo está a su aire.

Una nube solitaria suspendida entre dos claros picos,

Batiendo palmas, canta en voz alta bajo la luz de la luna,

Al volver a casa, todavía hay un paso más por cruzar.


10. Ambos desaparecen

Ni el hombre ni el buey son vistos; ocultos, no han dejado huellas,

La luna llena resplandece helada, la miríada de imágenes se vuelve transparente [lit.: vacías].

Alguien debería preguntar qué significa esto en realidad:

Flores silvestres y plantas fragantes crecen juntas densamente.


Al iniciar la conferencia

Los Versos a las diez imágenes del pastoreo del buey es una instrucción del darma que presenta las diez etapas de la doma del buey de la mente con ilustraciones y poesía.

Los Versos descritos en estas conferencias fueron escritos por el Maestro Puming. Algunos afirman que el Maestro Puming fue una figura de la dinastía china Ming que compuso estos versos durante su estadía en el templo Puming, y que otra persona contribuyó con las ilustraciones. Pero como se trata de relatos de segunda mano y no hay una información precisa disponible, también se dice que la autoría de los Versos no es clara.

Hay cerca de doce instrucciones del darma similares a los Versos, entre ellas, dos de las mejor conocidas son los Versos de Puming y las Diez imágenes del pastoreo de Kuoan. Entre ambas, Sotesan, el Maestro Fundador del Won Budismo, eligió los Versos de Puming como una de Las escrituras esenciales de Buda y los patriarcas e indicó a sus discípulos que los estudiaran. El mismo hecho de que el Maestro Fundador, quien es el gran iluminado tathāgata, eligiera con todo su discernimiento los Versos a las diez imágenes del pastoreo del buey de Puming tiene un gran significado.

Dentro la colección de escrituras won budistas, Las escrituras esenciales… es una selección de las muchas escrituras impartidas por Buda Śākyamuni y sus últimos estudiantes, que incluye el Sutra del diamante, el Sutra del corazón, el Sutra de los 42 capítulos, el Sutra de los cinco tipos de méritos disfrutado por los sabios, el Sutra de las diferencias en las recompensas kármicas de acción, Secretos del cultivo de la mente y el Texto sobre la meditación sedente por el Maestro de la Ermita de Descanso y Reposo junto con los Versos a las diez imágenes del pastoreo del buey del Maestro Puming. Puede decirse que estos representan la iluminada selección del Maestro Fundador basada en su juicio acerca de que muchas escrituras budistas del pasado nos ayudarían a nosotros, humanos del futuro, a hacer más claro el camino del estudio de la mente. Así, los Versos que voy a explicar pueden ser considerados como un estándar para el estudio no solo en el pasado y presente, sino también en el futuro.

En nuestro análisis, debemos estar conscientes de la intención original del Maestro Fundador quien seleccionó los Versos a las diez imágenes del pastoreo del buey como una de Las escrituras esenciales de Buda y los patriarcas. Si tenemos esto en mente cuando estudiamos los sutras con fervor, tengo confianza en que será de gran ayuda en nuestra práctica de la mente de una etapa a la siguiente.


Nuestro espíritu es eterno

Este mundo puede ser pensado en términos del mundo de la materia y el mundo del espíritu. En el primero, la materia no puede actuar por voluntad propia, pero cambia entre reinos o hace transformaciones de acuerdo con la providencia de la naturaleza. Sin embargo, nuestro espíritu, el espíritu de aquellos de ustedes que están ahora escuchando estas palabras, puede convertirse en sujeto por propio derecho y hacer cambios –por ejemplo, cambiando de un reino al otro. La materia puede ser idéntica de una a otra, pero el espíritu es algo muy singular, existe solo uno en cielo y tierra. Incluso si el espíritu de Chang Ung–Chol, que en este momento está encarnado en mí, tomara un cuerpo diferente, seguiría siendo el mismo espíritu de su vida previa. Por ahora, el espíritu permanece en este cuerpo, pero cuando el cuerpo muere, adquiere un nuevo cuerpo a través de nuevos padres. Sin embargo, el espíritu es el mismo.

Por lo tanto, el espíritu no tiene edad. El cuerpo físico tiene edad, pero el espíritu carece de edad y es eterno. Es decir, aunque el espíritu adopte un cuerpo diferente, yendo y viniendo en un entorno cambiante, es eterno. Este es el “yo” eterno.

Sin embargo, cuando el espíritu eterno se encuentra con el cuerpo, se contamina. ¿Cómo se contamina? Mediante el deseo del cuerpo de consumir alimentos y el deseo de vivir con comodidad. Esto se describe como ser contaminado por los cinco deseos.

Además, cuando el espíritu adquiere un cuerpo físico, es contaminado por la masculinidad o la feminidad. Cuando nace como varón, es contaminado por la masculinidad, cuando nace como mujer, es contaminado por la feminidad. Sin embargo, el espíritu mismo no tiene distinción de hombre o mujer. La cosa contaminada no es el verdadero aspecto del espíritu, sino algo similar a la suciedad en la ropa, que solo se convierte en un obstáculo para la vida del espíritu.

Cada espíritu trata de preservarse y desarrollarse a sí mismo –en otras palabras, esencialmente posee la mente para hacerse bueno. Tal como la materia se agrupa a través de la fuerza centrípeta y de la fuerza centrífuga que busca mantenerla durante mucho tiempo, así surge en el espíritu el deseo de moverse hacia un lugar mejor. Este deseo convoca el apego que a su vez conduce a la creación del karma.

A medida que el espíritu entra y sale de numerosas vidas, se contamina por medio de ideas derivadas de muchos hábitos, tal como el deseo y el apego. Si, de acuerdo con la metáfora presentada en la imagen en los Versos a las diez imágenes del pastoreo del buey, vivimos como el buey negro, nuestro espíritu también reencarna como un buey negro mientras atraviesa el ciclo de renacimientos. Por eso, debemos comprometernos diligentemente con la práctica, de modo que el buey negro que comete transgresiones se convierta en el buey blanco que crea bendiciones. Este buey blanco es el buda.


No hay manera de convertirse en el buey blanco sino a través del encuentro con el budadharma

Cuando el Maestro Puming reflexionó acerca de su tiempo antes de unirse a la orden, comprendió que había sido un buey negro en el mundo. Sin embargo, después de su encuentro con el budadharma, cuya mente estaba siempre en paz y proveía beneficios a los otros, se volvió un buey blanco. Sospecho que escribió los Versos a las diez imágenes del pastoreo del buey para que los seres sintientes pudieran seguir el mismo proceso de transformación en un buey blanco.

Entre aquellos de ustedes que están leyendo esta conferencia, supongo que hay quienes ya se han convertido por completo en el buey blanco; algunos estarán a mitad de camino y algunos tendrán la cabeza blanca pero la mente todavía negra. Espero que a través de esta conferencia, sean capaces de reflexionar sobre el buey en su mente para ver en qué estado se encuentra.

Para los seres sintientes que andan como el buey negro, no hay nada tan importante como el encuentro con el budadharma. No hay manera de que un buey negro pueda convertirse en un buey blanco, a menos que encuentre el budadharma. Sin ayuda del budadharma, del buda que ha despertado a la verdad y de los mentores espirituales que han sido minuciosos en su práctica del budadharma, los seres sintientes no pueden recuperar la naturaleza original y convertirse en el buey blanco.

A veces, escuchamos que alguien “no es ese tipo de persona”, alguien incapaz de hacer algo malo. Si a pesar de eso, esa persona comete un mal, a veces se debe al karma de vidas anteriores. Uno comete el mal sin siquiera estar consciente de ello. A menudo tal persona derrama lágrimas y experimenta arrepentimiento por sus acciones. Con frecuencia, al ser oscurecidos por la fuerza kármica, los seres sintientes pueden convertirse en el buey negro.

En este sentido, los seres sintientes pueden ser vistos como “transgresores potenciales”. Todavía no han cometido transgresiones, pero están llenos de elementos potenciales para las transgresiones; probablemente esto es lo que los hace seres sintientes. Quizá muchos desean cometer transgresiones, pero deciden no hacerlo para guardar las apariencias; en numerosas ocasiones no las cometen por temor a que alguien los descubra. Como tales, los seres sintientes son “transgresores potenciales” que permanecen como el buey negro. Por lo tanto, es imperativo que convirtamos este buey negro en el buey blanco.

Aquellos de ustedes que están leyendo este libro, ¿cuál es el buey que los conduce, es el buey negro o es el buey blanco? El buey que nos conduce, esa es la pregunta.

Las escrituras del pasado eran sutras de la antigüedad (Sŏnchŏn). Fue una edad oscura sin actividad. Por esta razón, las instrucciones del darma de ese período mayormente afirman: “sé decente”, “vivamos una vida pura” o “vivamos pacíficamente y sin disturbios”. Los Versos a las diez imágenes del pastoreo del buey de Puming también se enfocaron en el cultivo.

Sin embargo, la era venidera es la de la Gran Apertura del presente (Juchŏn). Supongo que si el Maestro Puming hubiera nacido en esta época, podría haber dado una instrucción del darma con un enfoque diferente.

Aunque las instrucciones del darma del Maestro Puming estaban centradas principalmente en el cultivo, trataré de presentar una interpretación más adecuada de este período, que nos enseñe no solo el cultivo sino también maneras de alcanzar la sabiduría a través del despertar de la mente y de utilizar bien la mente.

Además, visto el contexto en el cual esta instrucción del darma se produjo, probablemente se centraba en quienes habían dejado su hogar para unirse a la orden. Pero en mi interpretación también pueden participar los practicantes laicos, de manera que, junto con los monjes que se han unido a la orden, también puedan participar en la práctica y volverse sabios.

Capítulo 1

Todavía perdido





Todavía perdido


Temerosos sus cuernos*, resopla sin restricciones*,

Corre a través de arroyos y montañas*, el camino toma su rumbo en la distancia.

Una nube oscura* se extiende en la boca del valle,

¿Quién sabe si sus pezuñas pisotean brotes delicados*?





Notas

* Temerosos sus cuernos: seres sintientes llenos de codicia y deseos.

* Resopla sin restricciones: chillan y discuten para satisfacer sus propios deseos.

* Arroyos y montañas: el mundo de los cinco deseos.

* Una nube oscura: condiciones sensoriales que evocan los cinco deseos y la fuerza kármica.

* Brotes delicados: la buena fortuna o felicidad de otras personas.

Descripción del título

Todavía perdido

Campos espinosos, cielo y tierra ilimitados

Largos años de girar la rueda de los renacimientos –samsara.

Un rebaño solitario de bueyes negros,

¿Cuándo descansará su mente errante?

Nada entre la miríada de cosas no es gracia

Ninguna planta no es una planta medicinal.

Pero me pregunto dónde podría encontrar al rey de la medicina,

Y cuán lejos están las noticias del príncipe.

“Todavía perdido” describe el tiempo antes de que el buey fuera domesticado, el estado anterior al encuentro con el budadharma. En la ilustración, hay un hombre, un buey negro y una nube oscura. Ese es el estado general de las personas que viven en este mundo. ¿Sabes qué representan respectivamente el hombre, el buey y el entorno?

Hay dos mentes que coexisten en nuestra mente. Una es la codicia representada por la nube oscura; la otra es la consciencia enterrada en la codicia, la cual juzga las acciones y nos dice: “Oye, no deberías hacer eso. Acabas de cometer una transgresión”. ¿Y cómo es el entorno, aquel adoptado por el buey en nuestra mente –actualmente el buey negro?

El mundo que el universo, la naturaleza y los humanos han creado es tomado e interpretado por la mente de acuerdo con sus estándares y emociones. Por lo tanto, como el buey en nuestra mente es actualmente el buey negro, el entorno aceptado por este buey es un mundo y una naturaleza nublados.

Si la gente viviera su vida enteramente como un buey negro, no experimentaría ningún sufrimiento. Pero la gente tiene una consciencia en su mente, y por lo tanto juzga sus propias acciones cuando comete transgresiones. Esta mente es la mente de buda, o la mente de la verdadera talidad. La mente que juzga, no el buey negro, es nuestro maestro y nuestra mente original.

En esta imagen, esto se representa por un joven pastor. Es el reino de la naturaleza búdica, el maestro que es la consciencia que vive dentro de nuestra mente. Por otra parte, el deseo está representado por el buey negro.

En este capítulo, la imagen demuestra que “el buey negro y la persona” coexisten en nuestra mente.

En el budismo, nos referimos a “ignorancia” como la “mente no iluminada”. Somos ignorantes si no nos conocemos a nosotros mismos, y también somos ignorantes si no conocemos la verdad del universo. Somos ignorantes cuando no somos conscientes de que somos nosotros mismos quienes creamos y recibimos nuestra propia buena fortuna y desgracia. Una vez más, es ignorancia si no sabemos cómo controlar nuestra mente cuando la usamos.

Esto se conoce en el cristianismo como pecado original. En el cristianismo, los seres humanos son percibidos como aquellos que, en esencia, han pecado. Desde esta perspectiva, los seres humanos nacieron fundamentalmente en pecado, porque han desobedecido la orden de Dios.

Dentro del confucianismo algunos describen a los seres humanos como poseedores de una naturaleza buena, oscurecida por los deseos materiales que son generados por la fisicalidad humana, es decir, por la naturaleza del temperamento.

Aunque las expresiones pueden diferir –la ignorancia en el Won Budismo, el pecado original en el cristianismo, la naturaleza del temperamento en el confucianismo– desde la perspectiva del despertar, en un nivel fundamental se refieren a lo mismo: algo que oscurece la naturaleza original, que se ha distanciado de la naturaleza original, o que viola el mandamiento inherente.

Las personas viven en una estructura de conflicto a lo largo de sus vidas. ¿Qué clase de estructura es? Es una estructura de conflicto en la cual la consciencia y la mente de los secuaces de Mara luchan entre sí. El sicólogo Sigmund Freud dijo que en la mente humana existe un deseo, llamado el “ello”, y la consciencia, llamada “superego”, que están en constante lucha entre sí.

Supongo que mucha gente mira esta imagen y siente como si se estuviera mirando a sí misma. Nuestras vidas están en tal sufrimiento debido al conflicto entre la mente correcta y la mente equivocada. Detrás de la mente transgresora hay siempre una consciencia que la sigue como una sombra. Esto es lo que nos angustia aún más. Estamos perturbados externamente por ser incapaces de satisfacer nuestros deseos, pero internamente somos torturados aún más por la consciencia que nos juzga a nosotros mismos. Es por eso que algunos transgresores afirman que se sienten mejor cuando son castigados públicamente.

Para que los seres sensibles rompan con esta estructura de conflicto, deben transformar el buey negro en su mente en buey blanco. Aunque posean todo el poder, la riqueza y la gloria del mundo, no pueden escapar de la angustiosa estructura del conflicto. En todo caso, el conflicto podría amplificarse a medida que estos elementos externos mejoren.

Las personas gobernadas por la ignorancia están destinadas a ser castigadas por la verdad. Incluso bajo tales condiciones, los seres sensibles son controlados por el buey negro pues están oscurecidos por la ignorancia. Así, quienes se dedican a la práctica de la mente consideran su mayor deber restaurar los derechos perdidos al buey negro en la mente original, es decir, al buey blanco.