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Modelos de Programación de Radio Sutatenza

Programación 1953

Además de los Programas de clases para las Escuelas Radiofónicas (6:00 a. m. - 7:15 a. m., y de 4:00 p. m. - 6.30 p. m.) Radio Sutatenza tendrá las siguientes transmisiones para los hogares colombianos.

Programas vespertinos:

Lunes a Sábado: 6:30 p. m.: El Santo Rosario
6:50 p. m.: Cartas de nuestros oyentes
7:00 p. m.: Noticiero
7:05 p. m.: Música popular
Lunes a Viernes:
7:15 p. m.: Nuestros colaboradores
7:30 p. m.: Acción Cultural Popular en marcha
8:00 p. m.: Música selecta
8:30 p. m.: Voces del campo
Lunes a Sábado: 9:00 p. m.: Noticiero. Buenas Noches.
      Fin de la Transmisión.
Los díassábados: 7:15 a. m.: Noticias y comentarios

Programas matinales:

Lunes a Sábado: 7:30 a. m.: La Caja Agraria habla a los colombianos
8:00 a. m.: Fin de la transmisión
7:15 p. m.: Texto y comentario del Santo Evangelio.

Programas dominicales:

2:00 p. m.: Música Popular

2:15 p. m.: Noticias y comentarios

2:30 p. m.: La hora del Santo Catecismo

3:00 p. m.: Buzón de la Semana

3:10 p. m.: Música popular

3:25 p. m.: Mensaje a las Escuelas Radiofónicas

3:40 p. m.: Teatro y variedades

4:00 p. m.: Invitación al deporte. Fin de la transmisión.

Fuente: Boletín de Programas, 1953.

Programación 1969

Programación -A-

590-700-810 Kc. Ondas largas;

5095 Kc. 62 metros. Onda corta.

Lunes a viernes.

A.M.

3:55   Sintonía

4:00   Buenos días

5:30   Curso de educación permanente

6:30   Curso de educación básica

7:00   Noticiero Sutatenza. Primera emisión

7:20   Comentario deportivo

7:30   Un nuevo día para progresar

8:00   Noticia y hora

8:02   Intermedio

8:15   Los misterios de la naturaleza

8:30   Intermedio

8:32   Viajemos por América Latina

9:00   Noticia

9:02   Vidas ilustres

9:15   Temas femeninos

10:00 Noticia y hora

10:02 Nuestro pequeño mundo

10:15 Orquestas famosas

10:30 Noticia y hora

10:32 Radionovela

11:00 Noticia y hora

11:02 La importante historia de cosas sin importancia

11:15 Pentagrama popular

11:30 Noticia y hora

11:32 El correo de Radio Sutatenza

11:45 Con los líderes

M

12:00 Noticia y hora

P. M.

12:02 Rodando… Rodando…

12:30 Noticia y hora

12:32 El refrán enseña

12:45 Las melodías de ayer y de hoy

1:00   Noticiero Sutatenza. Segunda emisión

1:20   Éxitos del momento

1:30   Charlas con la familia

1:40   Sonido en alta fidelidad

2:00   Noticia y hora

2:02   Ustedes hacen el programa

2:30   Noticia y hora

2:32   Viñetas históricas

2:45   Cantemos

3:00   Noticia y hora

3:02   Curso de educación permanente

4:00   Noticia y hora

4:02   Estampas sonoras

4:15   La ciencia agrícola al día

4:30   Noticia y hora

4:32   El maestro agrícola

5:00   Noticia y hora

5:02   Trampas del lenguaje

5:15   Rondas infantiles

5:30   Noticia y hora

5:32   Había una vez…

5:45   La juventud

6:00   Noticia y hora

6:02   Curso de educación permanente

7:00   Noticiero Sutatenza. Tercera emisión

7:20   Comentarios deportivos

7:30   Curso de educación básica

8:00   Noticia y hora

8:02   Programas en el auditorio

8:30   Noticia y hora

8:32   Programas en el auditorio

9:00   Noticia y hora

9:02   Curso de cultura superior

9:30   Noticia y hora

9:32   Curso de cultura superior

10:00 Noticiero Sutatenza. Cuarta emisión

10:20 Nuestros programas de mañana

10:30 Ideal y acción

11:00 Fin de la emisión

Programación - A –

Sábado

A. M.

3:55   Sintonía

4:00   Buenos días

5:30   Curso de educación permanente

6:30   Curso de educación básica

7:00   Noticiero Sutatenza. Primera emisión

7:20   Comentario deportivo

7:30   Un nuevo día para progresar

8:00   Noticia y hora

8:02   Ritmo y melodía

8:30   Noticia y hora

8:32   Viajemos por América Latina

9:00   Noticia y hora

9:02   Vidas Ilustres

9:15   Temas femeninos

10:00 Noticia y hora

10:02 Mañana es domingo

10:30 Noticia y hora

10:32 Alrededor del mundo

11:00 Noticia y hora

11:02 Turismo para todos

11:30 Noticia y hora

11:32 El correo de Radio Sutatenza

11:45 Con los líderes

M

12:00 Noticia y hora

P. M.

12:02 Rodando… Rodando…

12:30 Noticia y hora

12:32 Las melodías de ayer y de hoy

1:00   Noticiero Sutatenza. Segunda emisión

1:20   Éxitos del momento

1:30   Noticia y hora

1:32   Charlas con la familia

1:40   Sonido en alta fidelidad

2:00   Noticia y hora

2:02   Ustedes hacen el programa

2:30   Noticia y hora

2:32   Servicios del exterior

3:00   Noticia y hora

3:02   Curso de educación permanente

4:00   Noticia y hora

4:02   Estampas sonoras

4:15   La ciencia agrícola al día

4:30   Noticia y hora

4:32   Pasatiempos para la familia

5:00   Noticia y hora

5:02   La juventud

5:15   Ronda infantil

5:30   Noticia y hora

5:32   El cuento del sábado

6:00   Noticia y hora

6:02   Curso de educación permanente

7:00   Noticiero Sutatenza. Tercera emisión

7:20   Comentarios deportivos

7:30   Curso de educación básica

8:00   Noticia y hora

8:02   Institutos campesinos

8:30   Noticia y hora

8:32   Ritmos de baile

10:45 Noticiero Sutatenza Cuarta emisión

11:00 Fin de la emisión

Programación – A

Domingo

A. M.

4:55   Sintonía

5:00   El día del Señor

6:00   Nuestro folclor

6:30   El mercado agropecuario

7:00   Estampas sonoras

7:15   Como amaneció el mundo

7:30   Leyendo “El campesino”

7:45   Bandas famosas

8:00   Honores al pabellón

8:15   Nuestros compositores

8:30   Hoy es domingo

10:30 En marcha

11:00 Recreación deportiva

11:30 Discoteca selecta. Concierto infantil

M.

12:00 Nuestra casita está a la orden

P. M.

12:30 El correo de Radio Sutatenza

12:45 Con los líderes

1:00   Noticiero Sutatenza

1:15   Competir y ganar

1:30   Colombia viva

2:00   Juventud campesina

2:15   Pentagrama musical

2:30   Por las veredas y los caminos

3:00   Mis viejos queridos

3:15   Estampas sonoras

3:30   Alegría y optimismo

5:00   Historia del pueblo colombiano (I)

5:15   Cancionero popular

5:30   Historia del pueblo colombiano (II)

5:45   Tiples y guitarras

6:00   Honores al pabellón

6:05   Rodando… Rodando…

7:00   Reserva deportiva dominical

7:15   Noticiero Sutatenza

7:30   Operetas y zarzuelas

8:00   El dirigente campesino

8:15   Sala de concierto

9:00   Cuadros campesinos

9:30   Nuestros programas de la semana

10:00 Fin de la transmisión

Fuente: ACPO, 1969.

Programación – B

5.075 Kc. 62 metros.

6.075 Kc. 49 metros.

Lunes a Sábado

A. M.

3:55   Sintonía

4:00   Buenos días

5:30   Curso de educación básica

6:00   Viajemos por América Latina

6:30   Ustedes hacen el programa

7:00   Noticiero Sutatenza. Primera emisión

7:20   Comentario deportivo

7:30   Curso de educación básica

8:00   Curso de educación permanente

9:00   Vidas ilustres

9:15   Los misterios de La naturaleza (melodías de ayer y de hoy)

10:00 Curso de educación permanente

11:00 La ciencia agrícola al día

11:15 Pentagrama popular (estampas sonoras)

11:30 Curso de educación básica

M.

12:00 Curso de educación permanente

P. M.

1:00   Noticiero Sutatenza. Segunda emisión

1:20   Éxitos del momento

1:30   Curso de educación básica

2:00   Curso de educación permanente

3:00   Radionovela (Turismo para todos)

3:30   Curso de educación básica

4:00   Curso de educación permanente

5:00   Con los líderes

5:15   Ronda infantil

5:30   Curso de educación básica

6:00   Temas femeninos

6:45   Charlas con la familia

7:00   Noticiero Sutatenza. Tercera emisión

7:20   Comentario deportivo

7:30   La juventud

7:45   El correo de radio Sutatenza

8:00   Rosario

8:20   Programas en el auditorio

9:00   Curso de cultura superior

9:30   Noticia y hora

9:32   Curso de cultura superior

10:00   Noticiero Sutatenza. Cuarta emisión

10:20   Nuestros programas de mañana

10:30   Ideal y acción

11:00   Fin de la emisión

Programación - B

Domingo

Se repiten los programas del curso de educación básica realizados en la semana inmediatamente anterior.

A. M.

4:55     Sintonía

5:00     El día del Señor

6:00     Nuestro folclor

6:30     El mercado agropecuario

7:00     Estampas sonoras

7:15     Como amaneció el mundo

7:30     Leyendo “El campesino”

7:45     Bandas famosas

8:00     Curso de educación básica (repetición del lunes)

8:30     Curso de educación básica (repetición del martes)

9:00     Pasatiempos para la familia

9:30     Alrededor del mundo

10:00   Curso de educación básica (repetición del miércoles)

10:30   Curso de educación básica (repetición del jueves)

11:00   Recreación deportiva

11:30   Ritmo y melodía

M.

12:00   Curso de educación básica (repetición del viernes)

P. M.

1:00 Cadena con programación –A-12:30 Curso de educación básica (repetición sábado).

Programación 1987

Lunes a viernes

04:00 a 05:00 a. m.   Buenos días

05:30 a 06:00 a. m.   Leo y escribo --- Hago cuentas

06:00 a 07:00 a. m.   Unisur --- Universidad Abierta

07:00 a 08:00 a. m.   Noticiero Sutatenza

08:00 a 08:30 a. m.   Segundo de primaria

08:30 a 09:00 a. m.   Tercero de primaria

09:00 a 10:00 a. m.   Quinto de primaria

10:00 a 11:00 a. m.   Primero de bachillerato

11:00 a 12:00 m        Segundo de bachillerato

12:00 a 12:30 p. m.   El Sentir de la comunidad

12:30 a 01:30 p. m.   Noticiero Sutatenza

01:30 a 02:00 p. m.   Deportivo Sutatenza

02:00 a 03:00 p. m.   Ustedes hacen el programa

03:00 a 04:00 p. m.   Tercero de bachillerato

04:00 a 05:20 p. m.   Cuarto de bachillerato

05:00 a 05:30 p. m.   Separata musical

05:30 a 06:00 p. m.   Vespertino Sutatenza

06:00 a 07:00 p. m.   Vivamos mejor

07:00 a 07:30 p. m.   Deportivo Sutatenza

07:30 a 08:00 p. m.   Aquí R.S. 87

08:00 a 09:00 p. m.   Noticiero Sutatenza

09:00 a 10:00 p. m.   Quinto de bachillerato

10:00 a 11:00 p. m.   Sutatenza al mundo – Cierre de emisión

Sábado

04:00 a 04:30 a. m.   Buenos días

04:30 a 05:00 a. m.   ICA informa

05:00 a 05:30 a. m.   Surcos de progreso

05:30 a 06:00 a. m.   Espacio verde

06:00 a 06:30 a. m.   Escuela nueva

06:30 a 07:00 a. m.   Correo directo

07:00 a 08:00 a. m.   Noticiero Sutatenza

08:00 a 08:30 a. m.   Libreta universitaria

08:30 a 09:30 a. m.   El tutor es su casa

09:30 a 10:00 a. m.   Colombia escucha a Colombia

10:00 a 10:30 a. m.   Cooperación para el desarrollo

10:30 a 11:00 a. m.   Tablero y tiza

11:00 a 11:30 a. m.   ICBF

11:30 a 12:00 p. m.   Series especiales

12:00 a 12:30 p. m.   Magazín educativo

12:30 a 01:30 p. m.   Noticiero Sutatenza

01:30 a 02:00 p. m.   Deportivo Sutatenza

02:00 a 03:00 p. m.   Sábado en caso

03:00 a 05:50 p. m.   Cinta musical

05:50 a 06:00 p. m.   Boletín de noticias

06:00 a 07:00 p. m.   Fiesta vallenata

07:00 a 07:30 p. m.   Temas de ciencia y cultura

07:30 a 08:00 p. m.   Gaceta

08:00 a 09:00 p. m.   Viva el sábado

09:00 a 10:00 p. m.   (*)Quinto de bachillerato --- Al ritmo de hoy ---   

                               Cierre emisión.

(*) Cuando los miércoles haya transmisión de fútbol.

Domingo

04:00 a 04:30 a. m.   Buenos días

04:30 a 05:00 a. m.   ICA informa

05:00 a 05:30 a. m.   Surcos de progreso

05:30 a 06:00 a. m.   Naturaleza presente y futura

06:00 a 06:30 a. m.   Escuela nueva

06:30 a 06:45 a. m.   Mensaje de optimismo

06:45 a 07:00 a. m.   Mis Viejos queridos

07:00 a 07:40 a. m.   Noticiero Sutatenza

07:40 a 07:45 a. m.   Cita con la patria

08:00 a 09:00 a. m.   El tutor en su casa

09:00 a 10:00 a. m.   Colombia letra y música

10:00 a 12:00 p. m.   Hoy es domingo panorama musical

12:00 a 12:30 p. m.   Temas y personajes

12:30 a 01:00 p. m.   Noticiero Sutatenza

01:00 a 05:45 p. m.   Deportivo Sutatenza

05:45 a 06:00 p. m.   Boletín de noticias

06:00 a 06:30 p. m.   Colombia activa

06:30 a 07:00 p. m.   SENA

07:00 a 07:30 p. m.   Ciencia para todo el público

07:30 a 08:00 p. m.   Deportivo Sutatenza

08:00 a 09:00 p. m.   Encuentro latinoamericano

09:00 a 09:30 p. m.   COMFAMA

09:30 a 10:00 p. m.   MEN --- Cierre emisión

Fuente: Acción Cultural Popular (1987, p. 12-14).

1. El mundo de la vida

En mi familia campesina, comenzamos a vivir la experiencia de relación con la radio alrededor de 1965. Fue en ese año que nació mi hermano Humberto y esa es la fecha que mi mamá tiene como referencia, para la compra del Radio Sutatenza Sanyo, el primer aparato de radio en nuestra casa. El primer medio electrónico que entró al hogar. Y ese aparato, como para millares de campesinos en Colombia, tenía un nombre: “Acción Cultural Popular – Radio Sutatenza” (Grabado en el aparato). Ese aparato fue conservado por mi madre que, con mucho cariño, me lo dio cuando supo que iba a hacer mi investigación de doctorado sobre esa emisora tan familiar al mundo campesino de Colombia.

Pero fue en el año de 1963 que escuché de radio por primera vez. Era niño y estaba con mi papá y otros vecinos cerca de la casa, sembrando maíz, alverja y yuca. El recuerdo quedó en mí, porque la noticia que vino a traer un amigo fue acompañada de una advertencia: había muerto el papa Juan XXIII, y la advertencia o la creencia, compartida por el grupo, era la de que “cuando muere un Papa, la tierra tiembla”. Y ahí quedé inmóvil, asustado, mirando los eucaliptos y esperando que temblara la tierra.

En 1971, mi mamá llevó el aparato de radio a Garagoa (ciudad vecina de mi pueblo llamado Macanal), donde había un técnico “muy bueno”, capaz de arreglar el aparato que solo sintonizaba Radio Sutatenza, de tal forma que pudiera sintonizar otras emisoras. Mi mamá decía que solo con Sutatenza “a veces nosotros nos aburrimos”. Desde entonces, recuerdo que comenzamos a sintonizar, entre otras, Radio Santa Fé, Todelar y la Cadena Súper (esta última, con un sonido bastante débil). Pero fue esta emisora la que me permitió escribir mi primer librito llamado “Copleríos” cuando estaba en cuarto de bachillerato. La Cadena Súper tenía un programa de coplas4 los sábados, y yo, insistiendo (moviendo el radio, las pilas, la antena y aproximando la oreja), conseguí, después de varios meses, juntar un interesante repertorio.

A quien más le gustaba escuchar radio en mi casa era a mi papá. Siempre seguía los servicios informativos: en la mañana, al medio día y en la noche. Cuando llegaba la hora, siempre decía: “¡Las noticias!”. Más tarde, cuando llegó la televisión, a mediados de la década del ochenta, comenzaron los noticieros del mediodía y de la noche, en la televisión, y por la mañana en el radio, además de los flashes informativos.

El programa que más le gustaba de Sutatenza era “Charlas con la familia”, con el padre Roberto Mora Mora. Entonces, éramos niños y aprovechábamos los espacios y tiempos de la vida del campo para jugar. Pero, cuando el reloj marcaba la 1 y 30 de la tarde, mi papá setenciaba: “Bueno, silencio, llegó la hora del programa”. Ahí dejábamos de jugar y nos sentábamos alrededor de la mesa, para escuchar la charla enfática y argumentada del comunicador.

Al final de la década del setenta, tuve una experiencia en la Cadena Todelar. Era Semana Santa (momento muy sensible y significativo en Colombia); la emisora me encargó de producir un segmento, para el Viernes Santo, con una de las siete palabras de Jesús en la cruz: “Hoy estarás conmigo en el paraíso”. Por analogía, en esta palabra se debería presentar el “paraíso de la droga”. El coordinador me pidió que entrevistara gente comprometida en tal aventura y concluir con aquellos que se encontraban en proceso de recuperación. Fue interesante percibir en esa experiencia que la emisora buscaba relacionarse con la audiencia, conectando los hechos históricos religiosos, con una problemática actual: la droga.

En 1985, estuve asesorando la Cadena Súper, con motivo de la visita de Juan Pablo II a Colombia. En esa ocasión, se estableció una relación especial con la audiencia, mediante un concurso que ofrecía al vencedor un viaje a Roma y un lugar especial en la audiencia de los miércoles del Papa.

En una madrugada del año de 1987, fui invitado por la Cadena Caracol de Colombia para presentar las canciones finalistas de un concurso juvenil que yo organizaba todos los años a nivel nacional. Mientras contaba la historia del festival, sus objetivos y participantes, íbamos escuchando las canciones, y el presentador iba llamando a los músicos y a los intérpretes de las diferentes canciones para entrevistarlos. El programa se originaba en Bogotá, pero, cuando llamó para entrevistar a un grupo musical de Medellín, a las tres de la madrugada, el papá de una de las entrevistadas dijo: “Mi hija está durmiendo”. Y el locutor le dice: “Pero está llamando la Cadena Caracol. Somos Caracol”. E inmediatamente la entrevistada estaba al teléfono. Entonces entendí cómo esta emisora, que es líder de audiencia en Colombia, utiliza su marca para relacionarse con su público.

Además de oyente, como fue narrado, mi contacto con Sutatenza, tuvo lugar a finales de 1987 y comienzos de 1988. En 1987, Sutatenza y la Sociedad de San Pablo (institución católica dedicada a la comunicación), celebraban sus 40 años de fundación en Colombia. La Sociedad de San Pablo patrocinó, entonces, la trasmisión radiofónica del VI Festival Juvenil de la Canción Cristiana, el cual tenía por lema: “Porque a Cristo amamos, los jóvenes cantamos”. Gabriel Rodríguez, director de programación de Radio Sutatenza, estuvo transmitiendo el evento. Además de eso, durante un mes, pasaron cuñas promocionales del festival.

En enero de 1988, estuve 15 días haciendo una pasantía en Radio Sutatenza. Tuve la oportunidad de conversar con los directores, productores, conductores y técnicos de la emisora, y recibir diversos materiales de la institución, entre ellos un curso de producción radial. Fue en aquella ocasión que conocí la situación crítica de Sutatenza: tenía una deuda muy grande que amenazaba su continuidad. Y, efectivamente, un año después, la radio fue vendida.

Entre los motivos que escuché en aquella oportunidad, en diálogos informales con algunos funcionarios de la radio, fue que Salcedo había confiado mucho en algunos de sus colaboradores y que ellos no correspondieron a sus expectativas.

Lo más satisfactorio de aquella pasantía fue el diálogo con el padre José Ramón Sabogal, comunicador consagrado de Sutatenza por su programa “Mis viejos queridos”, título que recoge su forma cariñosa de saludar en la radio: “Campesinos de Colombia, mis viejos queridos, ¿cómo están?”. Sabogal dedicó toda su vida a la comunicación radiofónica. Él vio, con mucha fe y esperanza, el nacimiento de esa emisora de los campesinos y estuvo trabajando ahí hasta la clausura de sus actividades, en 1989, hecho que acompañó con mucho dolor. Dicen que él murió de “pena moral”, algunos años después, por el sufrimiento ante la pérdida de ese sueño, de ese servicio que ayudó a tanta gente a crecer, particularmente de las áreas rurales de Colombia.

Sabiendo Sabogal que yo iba a trabajar en Ecuador, en una cadena católica, me recomendó insistentemente que, ante todo, estudiara el pensamiento social de la Iglesia ecuatoriana: su filosofía, sus realizaciones, sus aciertos y fracasos. Él lo consideraba clave para hacer un trabajo en coherencia con una propuesta eclesiológica.

Entre 1988 y 1991, estuve como director del Departamento de Evangelización de Radio Católica Nacional del Ecuador. De esa situación, rescato para este estudio dos experiencias relevantes. La primera: no teníamos una radio sino tres radios. El director general de la emisora, miembro del Opus Dei, era especializado en derecho civil y canónico. En una ocasión, relevante para la Radio Católica Nacional (RCN), porque inauguraba sus antenas en el Troje, en Quito, le preguntaron sobre la identidad de RCN y respondió: “El volumen”. De hecho, con 50 kilovatios era una de las más potentes de Quito. Pero volumen no significa nada. Volumen no es audiencia. Conozco Radio América (en São Paulo, Brasil), que tiene 50 kilovatios y logró en varias oportunidades, colocarse en el primer lugar, por delante de Globo y Capital, que tienen 200 kilovatios, cada una.

El director de programación tenía un concepto clásico de hacer radio, como resultado de sus experiencias en varias emisoras, entre ellas, la Voz de América y Radio Quito; el director de información, especializado en leyes, había construido auténticos ladrillos de programas, con más de una hora de noticias sin parar; el director de evangelización, le daba espacio a los sectores populares y privilegiaba los hechos provenientes de los sectores eclesiales comprometidos e inspirados en la Teología de la Liberación.

Esa forma de hacer radio no permitía tener ni un objetivo ni un proyecto común, sino tres. Y, por tanto, no teníamos una forma de relacionarnos con la audiencia, porque no teníamos una audiencia, en sentido genérico, sino tres audiencias que, gustaban o no, de la forma y del contenido de los programas (contenidos muchas veces diametralmente opuestos).

La otra experiencia relevante fue la programación en quichua. Esa lengua indígena es hablada por el 25 % de la población ecuatoriana. Perteneciendo RCN a la Conferencia Episcopal, entidad que tiene entre sus opciones pastorales una por los pueblos indígenas (e inclusive, varias circunscripciones eclesiásticas con población mayoritariamente indígena), ella tenía, como parte de su identidad, programas en quichua. Ahí tuve la oportunidad de dirigir y producir algunos de estos programas.

La programación en quichua contaba con un programa diario, en la madrugada: “Ñucanchic Pacarina Pacha” (“Nuestro amanecer”), un informativo semanal, así como la celebración de la Misa en quichua: “Runacunapac Misa”. Mi participación era, sobre todo, en el programa de la madrugada. Yo, en verdad, aprendí a leer y a pronunciar correctamente el idioma y, parcialmente, lo entendía, pero no estaba en condiciones de sostener una conversación en quichua. Es una lengua difícil de aprender. Lo gracioso y lo dramático era cuando los indígenas llegaban a la radio y hablaban conmigo. Ellos no conversaban en castellano sino en quichua, y yo no lograba entenderles bien a ellos, y les decía: “Habla en castellano. No entiendo quichua”. Ellos me respondían: “Usted habla muy bien nuestra lengua. Nosotros lo escuchamos todos los días en la radio”. Es evidente que la relación que la lengua crea entre medio y oyente es de identidad y proximidad. En otras palabras, la identidad de códigos entre emisor y receptor es indispensable para que tenga lugar la comunicación. Y esto es fundamental, especialmente para todo comunicador-educador.

De esta manera, identificamos elementos significativos para hablar de la importancia de la radio en América Latina: ella crea y promueve identidad. La radio estimula la lucha, la resistencia y la emergencia de los sectores sociales empobrecidos. La radio da visibilidad y existencia social. La radio promueve acciones afirmativas y de reconocimiento. La radio educa y socializa y, de esta forma, activa procesos de transformación y cambo social.

Una experiencia relevante para el papel social de la radio tuvo lugar en Ecuador el 28 de mayo de 1990. En esta fecha, tuvo lugar el “levantamiento indígena”, coordinado por las principales organizaciones indígenas, como la Confederación de nacionalidades Indígenas del Ecuador, Conaie, y Ecuador Runacunapac Riccharimui (Movimiento de los Indígenas del Ecuador), Ecuarunari, y por sectores progresistas de la Iglesia católica. El levantamiento tomó simbólicamente a la iglesia de Santo Domingo, en Quito, y declaró un levantamiento indígena nacional, mediante el cierre de vías y la realización de marchas. Entre sus exigencias estaba el derecho a la tierra, la solución de varios conflictos pendientes y una mayor atención a las poblaciones indígenas.

En la preparación y realización de ese “levantamiento”, que tomó por sorpresa a los demás sectores sociales y al Gobierno, fueron responsables diversas emisoras como Radio Latacunga, en Cotopaxi, y Radio ERPE (Escuelas Radiofónicas Populares del Ecuador), en Chimborazo. Estas emisoras difundieron los planes indígenas, dieron constantemente informaciones a las bases sobre cómo se desarrollaba la lucha y motivaron a la resistencia; solo que ellas lo hicieron en quichua y, por tanto, la sociedad en general, y las fuerzas armadas en particular, no sabían de lo que estaban hablando, ni se interesaban. Jamás, hasta aquel momento, la sociedad, como un todo, había mirado con atención a los pueblos indígenas. Pero fue la radio el medio por excelencia de estos pueblos: por su popularidad, cobertura y aprendizaje técnico y de producción en las cabinas populares y como reporteros. La televisión no llegó allá por falta de luz eléctrica, y por no tener programas en quichua.

Luego de diversas tentativas de desarticulación empleadas por las fuerzas represivas del Estado, el Gobierno tuvo que ceder a las pretensiones de los indígenas, dialogar y hacer concesiones. A partir de aquella fecha, emergió una nueva clase social en Ecuador: el sector indígena que, entre otras cosas, tuvo el poder de contribuir en la destitución de tres presidentes de la república en los últimos años: Abdalá Bucaram, Jamil Mahuad y Lucio Gutiérrez. Los indígenas del Ecuador, un sector silenciado durante siglos, es hoy una fuerza sociopolítica. Y la radio hace parte de esa historia de insurrección social.

Otra experiencia en Ecuador fue Radio Católica Manabí (RCM), 88.9 y 88.7 FM. En mi condición de director general, tenía el desafío de aumentar la audiencia. En vista de eso, planeamos toda una programación mixta (musical y hablada), orientada a la familia, intentando alcanzar tres grupos específicos de esa realidad: adultos, jóvenes y niños. Pero le apostamos específicamente a un programa infantil para llegar a toda la familia. Por su parte, el arzobispo pidió que se instalasen repetidoras de RCM en algunos lugares estratégicos de la provincia, con el objetivo de ofrecer cobertura a toda la audiencia potencial. Fue así como se instalaron cuatro repetidoras interconectadas vía microondas.

El programa “Infantilisimo” se transmitía, todos los días, a las 2:30 de la tarde. Tenía una duración de una hora. Su producción era colectiva, siempre con niños y niñas. Tenía espacios de participación por el teléfono, por carta o personalmente en la radio. Una vez por semana, el programa se realizaba en un jardín infantil, escuela u organización popular o de otro tipo, dentro de los límites de cobertura de la emisora. “Infantilisimo” era un híbrido de segmentos de música, cuentos, chistes, canciones, concursos didácticos, participación con saludos, entrevistas y mucho más. El programa fue un éxito, seguido por una audiencia de todas las edades que se divertía, aprendía y descansaba, escuchando a los niños y niñas. Nuestra relación con la audiencia era muy cercana. Nos poníamos en el lugar de los oyentes, y ellos se comunicaban directamente por la radio.

Ese programa nos abrió puertas. En y con él aprendimos la comunicación como intercambio de significaciones, de negociaciones, de cambios de lugares y papeles: del mundo de la audiencia al mundo de la producción mediática; de educar entreteniendo y entretener educando. “Infantilisimo” contribuyó en la socialización de la realidad de los niños, en sus familias, en la escuela, en la realidad cultural manabita, a través de los medios; para socializar sus modos de ser, de relacionarse y de jugar.

Pero también tuvimos desafíos permanentes: ¿cómo facilitar la participación cuando el acceso al teléfono era de solo el 10 % de la población objetivo? Y, ¿qué hacer para mantener la buena cualidad del sonido, con líneas telefónicas, muchas veces, inservibles? ¿Cómo mantener el ritmo de producción sin caer en la monotonía y sin negar a todos la participación? Y, ¿qué hacer con las críticas de algún obispo que consideraba el programa de mal gusto?

Después de estas experiencias radiofónicas en Colombia y Ecuador, tuve la oportunidad de realizar una nueva experiencia, esta vez en Brasil, en Radio América de São Paulo y su cadena Paulus SAT. Esta emisora y su cadena, considerada un símbolo de la presencia de los paulinos en el mundo, se encontraba en un momento difícil de su proceso. Por tal motivo, decidí asumirla teniendo en la mira mi disertación de maestría, en 2003. Específicamente en la disertación, trabajé la “Implantación, el desarrollo y las perspectivas de Radio América” (Vaca Gutiérrez, 2003).

Esta radio fue, desde 1967, de propiedad de la Pia Sociedad de São Paulo (paulinos), congregación religiosa dedicada a la evangelización y a la promoción humana, a través de los medios de comunicación social. Fue la quinta emisora fundada en São Paulo, en 1933. Desde agosto de 2006, el responsable de la programación es el grupo Canción Nueva, según la información que aparece en el sitio (Radio América, 2009).

Radio América es una de las grandes emisoras de San Pablo: por los nombres que pasaron por ella, por los programas creados, por las estrategias de comunicación, por la audiencia y por los comentarios de la prensa. Al final de 2001 e inicios de 2002, ocupó el primer lugar en la audiencia, entre las 29 radios AM de São Paulo. Después cayó al sexto lugar, perdiendo millares de oyentes, cuando sus comunicadores estrellas, Eli Correa y el padre Marcelo Rossi, dejaron la emisora y se fueron para dos emisoras también de gran porte, Capital y Globo, respectivamente.

Radio América es una radio comercial. Dentro de la lógica del mercado, la radio comercial tiene como finalidad el lucro. Y, para lucrar, tiene que tener audiencia para vender a los anunciantes. Cuanto mayor sea la audiencia, mayor será el precio. De ahí la importancia de las investigaciones de audiencia para conocer gustos, preferencias, tendencias y carencias. De ahí la importancia de los datos del Instituto Brasilero de Opinión Pública y Estadística (Ibope). El trabajo de radio depende del Ibope, porque es de donde proviene el retorno financiero, dice Mancini, director de América por casi veinte años.

Desde ese horizonte fue pensada Radio América en los últimos 25 años: “Radio es audiencia”:

La Radio aquí en San Pablo vive de la competencia: o usted entra en la competencia y entra para ganar o es mejor no entrar. Entonces, nosotros tenemos que competir con empresas grandes, económicamente poderosas como Globo, Capital, Bandeirantes, Jovem Pan. O usted entra con las mismas armas, o tiene que encontrar un camino alternativo. Nosotros hicimos la programación musical que nadie hacía y fue un éxito; ahora encontré estas dos estrellas, aguanté hasta donde fue posible aguantar (Vaca Gutiérrez, 2003, p. 104).

La guerra por la audiencia es más agresiva entre las emisoras AM que han perdido mucha audiencia con relación a las FM. Según Ibope, en São Paulo, entre agosto y octubre de 2002, de lunes a viernes, de las 6:00 a.m. hasta las 7:00 p. m., en un universo de 14 995 029 de personas, escuchan radio el 21,08 %, esto es, 3 160 347 de oyentes. Aproximadamente el 81 %, es decir, 2 559 443 escuchan FM. Apenas un 19 % (600 905 personas), escuchan AM. En São Paulo, son 29 AM y 35 FM (Vaca Gutiérrez, 2003, p. 112).

Para Américo dos Santos (2003), director de BBC-Brasil desde 1998, la BBC de Londres, a pesar de no perseguir lucro, procura “garantizar que el mayor número de personas tenga acceso a su programación, ya que, siendo una empresa pública, su interés es transmitir para el mayor número de personas”. En efecto, el interés por alcanzar el mayor número de personas es una aspiración de cualquier medio, sea comercial, público o privado, comunitario o popular.

A este panorama se suma que solo el 5 % de la publicidad se destina a la radio. Eso vuelve particularmente preocupante la situación económica de las emisoras. Y el problema pasa por la audiencia. Sin audiencia no hay publicidad, y la manutención de una radio AM necesita de un buen nivel publicitario.

A pesar de ser América una radio comercial y de tener validez la conclusión de que “Radio es audiencia”, sus gestores tuvieron serios problemas con la identidad del medio, con sus objetivos (político-culturales, comunicacionales, empresariales y organizacionales), con su teleología, porque es un medio que pertenece a una institución cuya misión es la promoción humana y la evangelización y no el lucro; es, por tanto, una emisora que no puede utilizar cualquier medio para aumentar su audiencia, y ella hizo eso muchas veces; era una radio que debería tener una planeación bien definida y no la tenía.

Por consiguiente, una idea que se proyectó pasar fue la siguiente: “Radio es gestión”. Radio no es únicamente audiencia, ella es también “gestión” de objetivos, actividades, recursos, evaluaciones. Hacer radio supone gestionar, a través del diagnóstico y de la planeación.

Pero, ¿cómo era la relación con la audiencia? Al final de la década del sententa, América se transformó en una emisora musical. Eso fue un éxito, porque en aquella época todavía no reinaba la FM músical como ahora. En doce meses, en el Ibope, pasó del décimo primer lugar para el primero. Esta fórmula musical resistió por casi dos décadas.

De aquel período rescato una experiencia de relación con la audiencia que fue estratégica y que recuerda con mucho entusiasmo Mancini:

Radio América tenía, todos los días, de diez a veinte niñas, y de acuerdo a la época hasta cincuenta, que nosotros enviábamos para escoger el lugar, pasar casa por casa, todos los días, haciendo lo siguiente: volver para casa con cien fichas diligenciadas y cien nombres de personas. En esta ficha constaban: dirección, datos personales, residencia, si conocía Radio América, si sabía el dial de Radio América. Eran dos cosas al mismo tiempo; comenzamos a solicitar al oyente cuál era la música que le gustaría escuchar y a quién le gustaría ofrecerla. Eso tocó mucho los sentimientos y la autoestima de las personas. Con base en esas investigaciones, hacíamos nuestra investigación. Al principio fue fácil atender a cincuenta, cien o mil pedidos. Cuando, no obstante, se llegó a 200 000 pedidos por mes, se creó una serie de otros problemas que también fueron resueltos. Ya no era posible atender a todos a la misma velocidad. Pero, quien pide la música hoy, la va a escuchar mañana. Era necesario programar. Las niñas informaban a las personas cuándo irían a escuchar, después de una semana, a tal hora, tal día. Solo que eso traía como consecuencia para nosotros lo que yo llamo huevo de Colón, porque la audiencia estaba garantizada. La persona que se comprometía a pedir una canción tendría también la paciencia de esperar tal día, tal hora, para escuchar. Sumando y mezclando, dio el resultado que dio. Inventamos también una revistica, Cantando con América, que traía las letras de las músicas que habían salido al aire durante el día o durante la noche. Llegamos a poner al aire entre diez y quince veces la misma canción. Pero no cansaba. ¿Por qué? Nosotros solo hacíamos la programación musical con base en la investigación. No era la cabeza del director artístico, sino la investigación, que comenzó por teléfono, por carta y sobre todo a través del pedido de las niñas que pasaban de casa en casa todos los días. (Vaca Gutiérrez, 2003, p. 74).

Quería dejar consignadas aquí estas pinceladas de mi experiencia radiofónica, vividas en Colombia, Ecuador y Brasil. Tales vivencias fueron enriquecidas por estudios y conocimientos concretos, in loco, de producción radiofónica en Italia, en el Studio Paolino Internazionale della Comunicazione Sociale (SPICS) de Radio Italia y Nova Radio A; y, en España, en la Cadena de Ondas Populares Españolas (COPE).

En la comunicación de estas experiencias intentamos apuntar hacia la relación radio-audiencia, que es nuestro enfoque de investigación. Y percibimos que algunas de las estrategias y metodologías descritas arriba, como esta última de Radio América, fueron implementadas, a su manera, por Radio Sutatenza, que creyó en la tarea fundamental de la comunicación interpersonal para aproximar los medios a sus destinatarios y, así, alcanzar sus objetivos de ofrecer educación fundamental integral al campesino.

2. El mundo de la academia

Nuestro objeto de investigación es Radio Sutatenza. En efecto, un año después de estar al aire Radio Sutatenza, fue creada la fundación Acción Cultural Popular, mediante la Resolución 260 del 18 de octubre de 1948, del Ministerio de Justicia. El objetivo de la fundación, según sus estatutos (aprobados el 13 de octubre de 1949), fue el de “trabajar por la cultura del pueblo, utilizando especialmente el invento de la radiodifusión y además otros medios culturales como el cine, el teatro, etc., para elevar el nivel religioso, moral, cívico y educacional del campesinado, de acuerdo con las normas sociales del catolicismo” (Acción Cultural Popular [ACPO], 1950, p. 61).

Ya en los comienzos de la institución, es evidente una de las características del modelo: el uso de aquello que las directivas de Radio Sutatenza llamarían “sistema combinado de medios”5. En efecto, la fundación Acción Cultural Popular, más conocida como ACPO, empleó diversos medios de acción para alcanzar su objetivo de dar educación fundamental integral a los campesinos de Colombia: “Los programas de ACPO son llevados a su audiencia rural a través de múltiples canales que se refuerzan mutuamente. Estos pueden ser agrupados en tres principales vías de comunicación: radio, material impreso y contactos personales” (Brumberg, 1978, p. 61).

El uso de sistema combinado de medios crea algunas ambigüedades nominales, las cuales es necesario aclarar: “El hecho de que ACPO se haya llamado Radio Sutatenza y haya llegado a ser conocida bajo la clasificación general de Escuelas Radiofónicas, puede ser engañoso. El trabajo no se hace únicamente a través de los programas radiales cotidianos” (Young & Brauer, 1978, p. 104), aun cuando los autores digan inmediatamente que ellos “son vitales”. Por tanto, en esta investigación, cuando decimos Radio Sutatenza, nos estamos refiriendo a la Radio específicamente, y no al conjunto de medios de acción de ACPO.

Por otro lado, en los diversos registros, el investigador se encuentra la mayoría de las veces con la utilización generalizada de ACPO, sea para referirse a un medio en particular (por ejemplo, Radio Sutatenza), sea al sistema combinado de medios. Por tanto, nosotros no pretendemos estudiar el sistema ACPO como sistema combinado de medios. Nuestra preocupación es Radio Sutatenza. Cuando sea necesaria la utilización de ACPO, eso se hará, o porque es referido a la emisora, o porque aclara, o porque es extensivo a nuestro objeto.

Como hemos dicho, una de las características del modelo de ACPO fue la utilización de un sistema combinado de medios para lograr la educación del pueblo campesino. Pero nuestra opción no fue estudiar ese sistema combinado de medios, sino Radio Sutatenza, por ser el principal y primer medio de acción del modelo, por ser el medio básico y activador del sistema.

Con nuestro objeto, nos propusimos trabajar las relaciones o procesos interactivos de Radio Sutatenza y su audiencia rural. Fue, por tanto, una mirada dirigida principalmente a la producción radiofónica, a sus lógicas o, en términos de Verón (2004), la gramática de producción entendida como “modelo de un proceso de producción discursiva”, constituido de un “conjunto complejo de reglas, que describen operaciones” (p. 51). Para reconocer esa gramática, el analista de los discursos debe reconstituir el proceso de producción a partir del “producto”, pasando del texto (inerte) a la dinámica de su producción.

“Nunca es exaustiva” una gramática de producción o de reconocimiento, dice Verón (2004), y eso debe ser tenido en cuenta a la hora de realizar el análisis de uno o de varios discursos: “Todo texto siendo un objeto heterogéneo, todo texto siendo el lugar de encuentro de una multiplicidad de sistemas diferentes de determinación se pueden construir tantas gramáticas como maneras hayan de abordar el texto” (p. 52). Si los discursos son objetos heterogéneos, es claro que ellos también suponen diversas lecturas e interpretaciones del texto mediático en idénticos o diversos ambientes socioculturales.

Son las marcas de la producción presentes en el producto, apuntando a la interactividad, lo que pretendemos identificar. En efecto, la producción deja sus marcas en el producto: marcas discursivas (ofertas, interpelaciones, etc.), marcas en la planeación (objetivos del producto), marcas de la coyuntura y de la realidad (el productor interactúa con hechos sociales, con expectativas sociales y culturales sobre el tipo de producto), marcas en la técnica radiofónica (competencias de comunicabilidad, de género). No hay producto sin producción y viceversa. Esto significa que hay una relación recíproca, vital. Por eso, las relaciones productor/producto, como dice Braga (2001), son ya de interactividad.

El análisis de los discursos consiste en la identificación, en la superficie discursiva, de los trazos, de los rastros, de las marcas que remiten a las condiciones de producción de los discursos. Según Verón (2004), un dispositivo de producción está compuesto de tres niveles:

1. Producción de sus oyentes. Esto se hace por medio de las percepciones- representaciones de los actores sociales implicados en la producción del programa. La constitución de una audiencia pasa por la estructuración, en el discurso del título, de un vínculo propuesto al receptor bajo la forma de lo que yo denominé, en otra ocasión, de un “contrato de lectura”. En ese sentido, ¿cuáles fueron las percepciones-representaciones de la producción de Radio Sutatenza por los campesinos de Colombia?

2. Posicionamiento del programa en relación a los programas de la competencia –cómo son percibidos por los productores–. ¿Cómo fue el posicionamiento de la producción de Radio Sutatenza en relación a la competencia?

3. Vender el programa como colectivo de consumidores potenciales junto a diversas categorías de anunciantes.

Entendemos por discurso “no sólo la materia lingüística, sino cualquier conjunto significante considerado como tal (esto es, considerado como lugar de construcción de sentido), cualesquiera que sean las materias significantes en cuestión” (Verón, 2004, pp. 61-62). Ejemplo de esto son el lenguaje, el cuerpo, la imagen, etc.: “Un discurso no es más, en último término, que una definición de sentido en el espacio tiempo” (Verón, 2004, p. 61-62).

En el discurso es fundamental la noción de enunciación. Verón (2004) distingue enunciado/enunciación. El primero se refiere a lo que es dicho (contenido) y, la enunciación es del orden del decir y sus modalidades. El dispositivo de enunciación implica: 1. La imagen de quien habla (imagen del enunciador): “Dice respecto al lugar o lugares que aquel que habla se atribuye a sí mismo. Contiene la relación de quien habla a lo que él dice” (pp. 217-218); 2. Imagen de aquel a quien el discurso es dirigido, es decir,el destinatario: “La construcción del lugar de quien habla define igualmente su destinatario” (pp. 217-218); 3. La relación entre enunciador y destinatario, que es propuesto en y por el discurso, productos, o programas.

Este dispositivo de enunciación es llamado por Verón de “contrato de lectura”, o sea, “modos para el emisor crear vínculos con el receptor -producir efectos de reconocimiento- a través de la producción de discurso” (Melo, 2008, p. 26). Este es, por tanto, un concepto-clave en nuestra investigación que trata de establecer las modalidades de creación de vínculos, de aproximación entre Radio Sutatenza y sus oyentes. Verón insiste en que la baja de consumidores de un soporte, el éxito (o fracaso), no pasa por lo que es dicho (el contenido), sino por las modalidades del decir, o sea, por alteraciones, modificaciones e incoherencias en el contrato de lectura. “Es el contrato de lectura el que crea el vínculo entre el soporte y su lector” (Verón, 2004, p. 219).

El contrato de lectura, que tal vez sea más apropiado llamar de “contrato de comunicación” (Duarte, 2004, p. 29), por la especificidad propia de la radio, es la propuesta discursiva de la emisión para aproximarse y asegurar al oyente o lector, mediante un recorrido que solo puede ser completado por el destinatario. Esta relación es única, según el medio de comunicación empleado.

El concepto de “contrato de lectura” se constituye en parámetro explicativo de los procesos de relación del medio con sus destinatarios. El “contrato de lectura” es del orden de la estrategia discursiva. Esto nos lleva a considerar tres nociones metodológicas que Verón señala para un análisis en la producción: tipo, género y estrategia.

Con relación al tipo de discurso, de una parte, este se asocia a los “medios institucionales” (relaciones, normativas, modalidades de construcción), y, de otra, a las “relaciones sociales” de ofertas/expectativas (Verón, 2004, p. 242). Para Radio Sutatenza, nos concentramos en tres tipos de discursos: religioso, radiofónico y educativo.

En los géneros, la teoría está atravesada por la cuestión literaria que los vincula necesariamente a “un cierto arreglo de la materia lingüística”. Este es denominado Género-L, (expresiones como “entrevista”, “reportaje”, “encuesta”, “mesa redonda”). El género, cuando está vinculado al producto, recibe el nombre de Género-P (expresiones como “cotidiano de información”, “mensual femenino generalista” designan géneros de la prensa escrita). En la caracterización de un Género-P “entran muy frecuentemente en consideración algunas invariantes de ‘contenido’, esto es, un conjunto relativamente estable de campos semánticos es asumido” (Verón, 2004, pp. 244-245).

Sobre los géneros radiofónicos, afirma Haye que su conceptualización es “inespecífica, insuficiente e imprecisa” (2003, p. 93). Así, los autores subrayan diversos aspectos: “estructura que se repite siempre” (Nunes, 2000, p. 93), destacando temáticas como música, política, deportes; “verdaderos códigos comunicativos, ya que posibilitan el intercambio y la comprensión entre emisores y receptores” (Mata & Scarafia, 1993, p. 28), activando experiencias culturales entre un “saber producir” y un “saber escuchar”.

En general, los autores comparten la idea de que un género es una estrategia de comunicabilidad (Duarte, 2004; Haye, 2003), que supone ciertas exigencias de producción y cuyo resultado son productos diversos.

En su clasificación de los géneros, Barbosa Filho (2003) da entrada al género educativo-cultural, destacando los siguientes formatos: programa institucional, audiobiografía, documental educativo-cultural y el programa temático. Cuando Andrés Barbosa Filho intenta definir ese género, se apoya en los conceptos de “educación radiofónica” de Kaplún. Por tanto, presentamos a continuación, una aproximación a la “radio educativa”, a partir de instituciones como el Banco Mundial y ALER, y lo que sobre esa especificidad reflexionaron autores como Bertolt Brecht y Rudolf Arnheim, en obras publicadas en la década del veinte y del treinta del siglo pasado, respectivamente. Esto es, autores que fueron anteriores a Radio Sutatenza y, finalmente, un autor “post Radio Sutatenza”, que se interesó mucho por la radio popular y alternativa, por los modelos educativos, y que fue uno de los mayores productores de radio en América Latina: Mario Kaplún. Este autor se preocupó mucho de las interacciones radio y educación.

En la década del setenta, el Banco Mundial desarrolló una investigación sobre las radios con finalidad educativa6. La investigación subraya los fines y las estrategias de la utilización de la radio para realizar una comunicación para el desarrollo (Merayo Pérez, 2000). Son cuatro los fines de la radio educativa para hacer una comunicación eficaz: motivación (reflexión), información (local, nacional e internacional; espacios y actividades de servicio público), enseñanza (usar la radio para adquirir conocimientos y destrezas mediante una educación no formal), y modificación de conductas (desarrollando actividades determinadas y acciones concretas).