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Pedro Cieza de León

Segunda parte de la Crónica del Perú
El señorío de los Incas
Edición y notas de Marcos Jiménez de la Espada

Créditos

ISBN rústica: 978-84-9007-969-0.

ISBN ebook: 978-84-9007-667-5.

Sumario

Créditos 4

Brevísima presentación 11

La vida 11

Prefacio 13

Capítulo III 19

Capítulo IV. Que trata lo que dicen los indios de este reino que había antes que los Incas fuesen conocidos, y de cómo había fortalezas por los collados, de donde salían a se dar guerra los unos a los otros 19

Capítulo V. De lo que dicen estos naturales de Ticiviracocha, y de la opinión que algunos tienen que atravesó un Apóstol por esta tierra, y del templo que hay en Cáchan y de lo que allí pasó 21

Capítulo VI. De cómo remanecieron en Pacarec Tampu ciertos hombres y mujeres, y de lo que cuentan que hicieron después que de allí salieron 25

Capítulo VII. Cómo estando los dos hermanos en Tampu Quiru, vieron salir con alas de pluma al que habían con engaño metido en la cueva, el cual les dijo que fuesen a fundar la gran ciudad del Cuzco; y como partieron de Tampu Quiru 29

Capítulo VIII. Cómo después que Manco Capac vio que sus hermanos se habían convertido en piedras, vino a un valle donde encontró algunas gentes, y por él fue fundada y edificada la antigua y muy riquísima ciudad del Cuzco, cabeza principal que fue de todo el imperio de los Incas 33

Capítulo IX. En que se da aviso al lector de la causa porque el autor, dejando de proseguir con la sucesión de los reyes, quiso contar el gobierno que tuvieron, y sus leyes, costumbres qué tales fueron 34

Capítulo X. De cómo el Señor, después de tomada la borla del reino, se casaba con su hermana la Coya, que es nombre de reina; y cómo era permitido tener muchas mujeres, salvo que, entre todas, solo la Coya era la legítima y más principal 36

Capítulo XI. Cómo se usó entre los Incas que del Inca que hubiese sido valeroso, que hubiese ensanchado el reino o hecho otra cosa digna de memoria, la hubiese de él en sus cantares y en los bultos; y no siendo sino remisio y cobarde, se mandaba que se tratase poco de él 37

Capítulo XII. De cómo tenían coronistas para saber sus hechos, y la orden de los quipos como fue, y lo que de ello vemos ahora 40

Capítulo XIII. Cómo los Señores del Perú eran muy amados por una parte y temidos por otra de todos sus súbditos, y cómo ninguno de ellos, aunque fuese gran señor muy antiguo en su linaje, podía entrar en su presencia, si no era con una carga en señal de grande obediencia 43

Capítulo XIV. De cómo fue muy grande la riqueza que tuvieron y poseyeron los reyes del Perú y cómo mandaban asistir siempre hijos de los señores en su Corte 45

Capítulo XV. De cómo se hacían los edificios para los Señores, y los caminos reales para andar por el reino 47

Capítulo XVI. Cómo y de qué manera se hacían las cazas reales por los Señores del Perú 50

Capítulo XVII. Que trata la orden que tenían los Incas, y cómo en muchos lugares hacían de las tierras estériles fértiles, con el proveimiento que para ello daban 51

Capítulo XVIII. Que trata la orden que había en el tributar las provincias a los reyes, y del concierto que en ello se tenía 54

Capítulo XIX. De cómo los reyes del Cuzco mandaban que se tuviese cuenta en cada año con todas las personas que morían y nacían en todo su reino, y cómo todos trabajaban y ninguno podía ser pobre con los depósitos 59

Capítulo XX. De cómo había gobernadores puestos en las provincias, y de la manera que tenían los reyes, cuando salían a visitarlas, y cómo tenían por armas unas culebras ondadas con unos bastones 60

Capítulo XXI. Cómo fueron puestas las postas en este reino 63

Capítulo XXII. Cómo se ponían los mitimaes, y cuántas suertes dellos había, y cómo eran estimados por los Incas 65

Capítulo XXIII. Del gran concierto que se tenía cuando salían del Cuzco para la guerra los Señores, y cómo castigaban los ladrones 70

Capítulo XXIV. Cómo los Incas mandaron hacer a los naturales pueblos concertados, repartiendo los campos en donde sobre ello podrían haber debates, y cómo se mandó que todos generalmente hablasen la lengua del Cuzco 72

Capítulo XXV. Cómo los Incas fueron limpios del pecado nefando y de otras fealdades que se han visto en otros príncipes del mundo 74

Capítulo XXVI. De cómo tenían los Incas consejeros y ejecutores de la justicia, y la cuenta que tenían en el tiempo 76

Capítulo XXVII. Que trata la riqueza del templo de Curicancha y de la veneración que los Incas le tenían 78

Capítulo XXVIII. Que trata los templos que sin este se tenían por más principales, y los nombres que tenían 81

Capítulo XXIX. De cómo se hacía la Capaccocha y cuánto se usó entre los Incas, lo cual se entiende dones y ofrendas que hacían a sus ídolos 84

Capítulo XXX. De cómo se hacían grandes fiestas y sacrificios a la grande y solemne fiesta llamada Hátun Raimi 86

Capítulo XXXI. Del segundo rey o Inca que hubo en el Cuzco, llamado Sinchi Roca 90

Capítulo XXXII. Del tercero rey que hubo en el Cuzco, llamado Lloque Yupanqui 92

Capítulo XXXIII. Del cuarto Inca que hubo en el Cuzco, llamado Mayta Capac y de lo que pasó en el tiempo de su reinado 94

Capítulo XXXIV. Del quinto rey que hubo en el Cuzco, llamado Capac Yupanqui 95

Capítulo XXXV. Del sexto rey que hubo en el Cuzco y lo que pasó en su tiempo, y de la fábula o historia que cuentan del río que pasa por medio de la ciudad del Cuzco 98

Capítulo XXXVI. Del séptimo rey o Inca que en el Cuzco hubo, llamado Inca Yupanqui 100

Capítulo XXXVII. Cómo, queriendo salir este Inca a hacer guerra por la provincia del Collao, se levantó cierto alboroto en el Cuzco, y de cómo los Chancas vencieron a los Quichuas, y les ganaron su señorío 101

Capítulo XXXVIII. Cómo los orejones trataron sobre quién sería Inca, y lo que pasó hasta que salió con la borla Viracocha Inga, que fue el octavo rey que reinó 102

Capítulo XXXIX. De cómo Viracocha Inga tiró una piedra de fuego con su honda a Caitomarca, y cómo le hicieron reverencia 105

Capítulo XL. De cómo en el Cuzco se levantó un tirano, y del alboroto que hubo, y de cómo fueron castigadas ciertas mamaconas, porque, contra su religión, usaban de sus cuerpos feamente, y de cómo Viracocha Inga volvió al Cuzco 107

Capítulo XLI. De cómo vinieron al Cuzco embajadores de los tiranos del Collao, nombrados Sinchi Cari y Zapana, y de la salida de Viracocha Inga al Callao 109

Capítulo XLII. De cómo Viracocha Inga pasó por las provincias de los Canches y Canas, y anduvo hasta que entró en la comarca de los Collas y lo que sucedió entre Cari y Zapana 111

Capítulo XLIII. De cómo Cari volvió a Chucuito, y de la llegada de Viracocha Inga, y de la paz que entre ellos trataron 114

Capítulo XLIV. De cómo Inca Urco fue recibido por gobernador general de todo el imperio y tomó la corona en el Cuzco, y de cómo los Chancas determinaban de salir a dar guerra a los del Cuzco 115

Capítulo XLV. De cómo los Chancas allegaron a la ciudad del Cuzco y pusieron su real en ella, y del temor que mostraron los que estaban en ella, y del gran valor de Inca Yupanqui 117

Capítulo XLVI. De cómo Inca Yupanqui fue recibido por rey y quitado el nombre de Inca a Inca Urco, y de la paz que hizo con Hastu Guaraca 120

Capítulo XLVII. De cómo Inca Yupanqui salió del Cuzco, dejando por gobernador a Lloque Yupanqui, y de lo que sucedió 121

Capítulo XLVIII. De cómo el Inca revolvió sobre Vilcas y puso cerco en el peñol donde estaban hechos fuertes los enemigos 123

Capítulo XLIX. De cómo Inca Yupanqui mandó a Lloque Yupanqui que fuese al valle de Xauxa a procurar de atraer a su señorío a los Guancas y a los Yauyos, sus vecinos, con otras naciones que caen en aquella parte 125

Capítulo L. De cómo salieron de Xauxa los capitanes del Inca y lo que les sucedió, y cómo se salió de entre ellos Ancoallo 127

Capítulo LI. De cómo fundó la casa real del Sol en un collado que por encima del Cuzco está, a la parte del Norte, que los españoles comúnmente llaman la Fortaleza, y de su admirable edificio y grandeza de piedras que en él se ven 129

Capítulo LII. De cómo Inca Yupanqui salió del Cuzco hacia el Collao y lo que le sucedió 132

Capítulo LIII. De cómo Inca Yupanqui salió del Cuzco, y lo que hizo 134

Capítulo LIV. De cómo hallándose muy viejo Inca Yupanqui, dejó la gobernación del reino a Tupac Inca, su hijo 136

Capítulo LV. De cómo los Collas pidieron paz, y de cómo el Inca se la otorgó y se volvió al Cuzco 138

Capítulo LVI. De cómo Tupac Inca Yupanqui salió del Cuzco, y cómo sojuzgó toda la tierra que hay hasta el Quito, y de sus grandes hechos 140

Capítulo LVII. Cómo el rey Tupac Inca envió a saber desde Quito cómo se cumplía su mandamiento, y cómo, dejando en orden aquella comarca, salió para ir por los valles de los Yuncas 143

Capítulo LVIII. De cómo Tupac Inca Yupanqui anduvo por Los Llanos, y cómo todos los más de los Yuncas vinieron a su señorío 145

Capítulo LIX. Cómo Tupac Inca tornó a salir del Cuzco, y de la recia guerra que tuvo con los del Guarco, y cómo después de los haber vencido, dio la vuelta al Cuzco 147

Capítulo LX. De cómo Tupac Inca tornó a salir del Cuzco y cómo fue al Collao y de allí a Chile, y ganó y señoreó las naciones que hay en aquellas tierras, y de su muerte 151

Capítulo LXI. De cómo reinó en el Cuzco Guayna Capac que fue el doceno rey Inca 153

Capítulo LXII. Cómo Guayna Capac salió del Cuzco y lo que hizo 155

Capítulo LXIII. De cómo el rey Guayna Capac tornó a mandar hacer llamamiento de gente, y cómo salió para lo de Quito 158

Capítulo LXIV. Cómo Guayna Capac entró por Bracamoros y volvió huyendo, y lo que más le sucedió hasta que llegó a Quito 161

Capítulo LXV. De cómo Guayna Capac anduvo por los valles de Los Llanos, y lo que hizo 163

Capítulo LXVI. De cómo saliendo Guayna Capac de Quito, envió delante ciertos capitanes suyos, los cuales volvieron huyendo de los enemigos, y lo que sobre ello hizo 165

Capítulo LXVII. Cómo, juntando todo el poder de Guayna Capac, dio batalla a los enemigos y los venció y de la gran crueldad que usó con ellos 167

Capítulo LXVIII. De cómo el rey Guayna Capac volvió a Quito, y de cómo supo de los españoles que andaban por la costa, y de su muerte 169

Capítulo LXIX. Del linaje y condiciones de Guascar y de Atahuallpa 171

Capítulo LXX. De cómo Guascar fue alzado por rey en el Cuzco, después de muerto su padre 173

Capítulo LXXI. De cómo se comenzaron las diferencias entre Guascar y Atahuallpa, y se dieron entre unos y otros grandes batallas 175

Capítulo LXXII. De cómo Atahuallpa salió del Quito con su gente y capitanes, y de cómo dio batalla a Atoco en los pueblos de Ambato 176

Capítulo LXXIII. De cómo Guascar envió de nuevo capitanes y gente contra su enemigo, y de cómo Atahuallpa llegó a Tomebamba, y la gran crueldad que allí usó, y lo que pasó entre él y los capitanes de Guascar 178

Libros a la carta 183

Brevísima presentación

La vida

Pedro Cieza de León (Llerena, 1520-Sevilla, 1554). España.

Fue conquistador y cronista e historiador del Perú. Escribió una Crónica del Perú en tres partes, de las que solo la primera se publicó en vida de su autor, quedando inéditas las otras dos hasta los siglos XIX y XX.

En Cartagena de Indias participó en expediciones, fundaciones, encomiendas gubernamentales y otros cargos, aunque su obra principal es la crónica y el ambicioso proyecto de una Historia del Perú.

Hacia 1548 Cieza se estableció en la Ciudad de los Reyes (actual Lima) y allí empezó a escribir sus crónicas del Nuevo Mundo. Durante los dos años siguientes recorrió el Perú y compiló cuantiosa información para su obra.

Regresó a España en 1551 y se casó en Sevilla con una mujer llamada Isabel López. En esta ciudad publicó en 1553 la Primera parte de la crónica del Perú. Murió al año siguiente dejando una obra inédita que fue publicada en 1871, bajo el título de Segunda parte de la crónica del Perú, que trata del señorío de los incas yupangueis y de sus grandes hechos y gobernación. En 1909 se publicó la tercera parte de sus crónicas con el título de Tercer libro de las guerras civiles del Perú, el cual se llama La guerra de Quito.

Aunque su obra es histórica, y narra los acontecimientos de la conquista, y de las guerras entre los españoles, su mayor interés radica en la profundidad con que describe la geografía, etnografía, flora y fauna autóctonas.