Este texto fue publicado en la colección Pequeños Grandes Ensayos de la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México en 2006 bajo el cuidado editorial de Odette Alonso y Berenice Vadillo.
Esta edición fue preparada con la colaboración de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación de la UNAM. La formación fue realizada por Genaro Antonio León Betanzos y Carolina Silva Bretón.
Primera edición electrónica: 2012
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ISBN de la colección: 978-970-32-0479-1
ISBN de la obra: 978-607-02-3843-7
Hecho en México
PEQUEÑOS GRANDES ENSAYOS
Manuel Orozco y Berra, nacido el 8 de junio de 1816 en México, ciudad en la que falleció el 27 de enero de 1881, fue uno de los tres historiadores mexicanos más sobresalientes del siglo XIX, junto con José Femando Ramírez y Joaquín García Icazbalceta, de quienes fue discípulo directo.
Por su gran inteligencia, su inmensa capacidad de trabajo, y por ser modesto y fiel a sus ideales, la historia mexicana adquirió con él gran valor. Penetró con rigor en muchos de sus aspectos y dejó sólidos estudios reveladores de sus vastos conocimientos, y de su visión. Orozco y Berra no supo de más ocupación que el trabajo. Varias colecciones de documentos, transcripción detallada de numerosos manuscritos valiosos, la formulación de su Diccionario universal de historia, geografía y biografía, monumental obra aún no superada, y la redacción de los Apuntes para la historia de la geografía en México (1876), Memoria para el plano de la ciudad de México (1867), Geografía de las lenguas y carta etnográfica de México (1865), Historia antigua y de la Conquista de México (1881), Historia de la dominación española en México, y muchas otras más de indudable valor, dan idea de su laboriosidad, de su amplio sentido, de la relación existente entre la historia y la geografía y de las modernas ideas científicas que sustentó.
Los textos que seleccionamos precisan la idea que tuvo de la Conquista de México y de sus hombres, de su genio y carácter, y también del resultado de ese encuentro entre dos grandes culturas, la indígena y la española. Con gran claridad de miras y respetuosa atención, narra ideas y finalidades de los conquistadores y sintetiza magistralmente el resultado de ese encuentro de culturas que cambió el destino del Nuevo Mundo. Pensador de intachable posturas políticas, escribió síntesis admirables de nuestro desarrollo histórico.
Junto a aspectos esenciales de su pensamiento, también presentamos otras páginas que muestran diversas facetas de los conquistadores, entre ellos dos representativos del valor, energía y también ambición humana, como fueron Hernán Cortés y Pedro de Alvarado.
Démosle la palabra a este señor de la Historia que fue Manuel Orozco y Berra. En primer término colocamos “Los conquistadores de México”; en seguida, la “Síntesis de la conquista” y, al final, “Las empresas de los conquistadores”.
Ernesto de la Torre Villar
Cuando Cristóbal Colón presentó en la Península Ibérica las producciones del recién descubierto Nuevo Mundo, y con su entusiasmada y poética imaginación describió los ricos y encantadores países encontrados al medio del océano, las imaginaciones no menos vivas y pintorescas de los españoles se exaltaron y el ardor nacional tomó el rumbo de las acciones arriesgadas y de las empresas de todo género. Multitud prodigiosa de hombres dejó su patria para ir allá muy lejos, en busca de nuevas comarcas, de reinos poderosos, de tesoros inmensos, y allí enriquecer pronto, ganar fama y, destruyendo a los idólatras, hacer triunfar el culto de la Santa Cruz.