Títulos originales: On Going a Journey de William Hazlitt y Walking Tours de Robert Louis Stevenson. Este texto fue publicado en la colección Pequeños Grandes Ensayos de la Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial de la Universidad Nacional Autónoma de México en 2003 bajo el cuidado editorial de Ana Cecilia Lazcano, Mariana Alatriste y Juan Carlos Rodríguez
Esta edición fue preparada con la colaboración de la Dirección General de Cómputo y de Tecnologías de Información y Comunicación de la UNAM. La formación fue realizada por Gloria Cienfuegos Suárez y Carolina Silva Bretón.
Primera edición electrónica: 2012
© D.R. UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
Ciudad Universitaria, 04510, México, D. F.
Dirección General de Publicaciones y Fomento Editorial
Prohibida su reproducción parcial o total por cualquier medio sin autorización escrita de su legítimo titular de derechos
ISBN de la colección: 970-32-0479-1
ISBN de la obra: 978-607-02-3687-7
Hecho en México
WILLIAM HAZLITT
ROBERT LOUIS STEVENSON
El arte de caminar
Una de las cosas más placenteras del mundo es irse de paseo, pero a mí me gusta ir solo. Sé disfrutar de la compañía en una habitación, pero al aire libre me basta la naturaleza. Nunca estoy menos solo que cuando estoy a solas.
Al estudiar los campos, la naturaleza era su libro
No le veo la gracia a caminar y charlar al mismo tiempo. Cuando estoy en el campo, deseo vegetar como el campo; no voy a criticar los setos ni el ganado negro; salgo de la ciudad para olvidarme de la ciudad y de todo lo que contiene. Hay quienes, con este propósito, van a estaciones balnearias y llevan consigo la metrópolis. Yo prefiero más libertad de acción y menos estorbos; me gusta la soledad, cuando me entrego a ella por sí misma tampoco pido
un amigo en mi retiro,
a quien pueda susurrar: la soledad es dulce.
El alma de una caminata es la libertad, la libertad perfecta de pensar, sentir y hacer exactamente lo que uno quiera. Caminamos principalmente para sentirnos libres de todos los impedimentos y de todos los inconvenientes; para dejarnos atrás a nosotros mismos, mucho más que para librarnos de otros. Salgo de paseo porque anhelo un poco de espacio para respirar y para meditar sobre cosas indiferentes, donde la contemplación:
pueda arreglarse las plumas y dejarse crecer las alas,
que en el ajetreo del balneario
estaban unas veces desplumadas, otras rotas,
1